El valor histórico y ambiental del parque del Parral está fuera de toda duda al unir un paisaje natural de un soto de ribera con otro de alameda con uso recreativo. De ahí que la tala de arbolado, aunque prevista en el proyecto de remodelación del parque, ha causado cierta alarma social al considerar que algunos ejemplares todavía están a tiempo de salvarse aunque con condiciones como «la tala en altura de hasta unos 10 metros y anidando la base para favorecer su muerte con garantías de seguridad de caída sin riesgo para las personas y los bienes».
Esta es al menos la recomendación de dos especialistas en biodivesidad y arbolado, Miguel Ángel Pinto y Juan Andrés Oria de Rueda, que han plasmado en un documento realizado a petición del Seprona, que acudió al parque para ver las talas iniciadas a final de mayo y cuyo informe se remitió a la Fiscalía para ver si tiene recorrido judicial. Cabe recordar que a raíz de la presencia de la Guardia Civil Patrimonio Nacional paró la corta y encargó un informe a la Escuela de Ingenieros de Montes de Madrid, que no se ha entregado.
Los expertos proponen llevar a cabo un plan de podas para alargar la vida de los ejemplares. Además, en caso de amenazar caída a causa de la pudrición se pueden asegurar con arneses para que no cause daños, indican en el informe. También es conveniente dejar los troncos caídos hasta su total pudrición sobre el lugar, evitando que interfiera en el camino para que proporcione refugio a los animales. Por otro lado, piden que cuando se retiren los troncos cortados se supervisen por si se han refugiado animales. «Está demostrada la preferencia de los murciélagos arborícolas por cavidades de árboles muertos o decrépitos, en especial cuando los troncos están en estado avanzado de descomposición y ya en forma de estaca pueden ofrecer espacios para quirópteros», se indica en el documento.
Finalmente, plantean crear un vivero de chopos a partir del material genético autóctono para conservar y propagar los árboles del paisaje tradicional histórico burgalés y castellano. La procedencia de ese material genético serían los chopos del Parral.
Tanto Pinto como Oria de Rueda apuestan por conservar la esencia del parque del Parral y lamentan que la corta de chopos trasmochos en época de nidificación haya «destruido un número de nidos y refugios de aves difícil de cuantificar». «La temporada de cría de 2024 se da por terminada y se verá comprometida en próximos años por la desaparición de huecos».
La propuesta de Patrimonio Nacional era talar 107 árboles aunque desde el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento ofrecen una «total colaboración» para analizar la situación y reducir el número.