Se empieza a ver la luz al final del túnel de las grandes obras que llevan meses afectando al tránsito por el centro de la capital ribereña. Las contratas de los trabajos de arreglo del puente Bigar y la remodelación de los Jardines de don Diego, que comenzaron el pasado mes de julio con una semana de diferencia, y la renovación integral de las piscinas cubiertas están cumpliendo los últimos plazos que se fijaron para su ejecución y pronto se empezará a restablecer la normalidad en esos entornos.
El primero será el del puente Bigar, que se espera que se pueda volver a abrir al tráfico antes de que acabe la primera semana de junio. De hecho, los trabajos en lo que es propiamente la infraestructura del puente que salva el río Duero están acabados, a falta de algún remate, como la colocación de la malla protectora de una de las barandillas. Mientras tanto, entre ayer y hoy se iban a concluir las labores de fresado del tramo de la calle Padre Claret desde los Jardines de don Diego hasta el puente, incluyendo el ramal de acceso al colegio Claret. «Nos faltaba sacar un contrato menor para que hiciesen toda esa zona a la vez, porque si no se iba a hacer sólo el trozo que habían levantado para meter la red de calor. Eso lo hemos sacado esta mañana y en dos días estará listo todo para pasar al asfaltado, que es lo que queda», explicaba ayer la concejala de Obras, Ana María Hervás.
Los trabajos para completar la zona de rodadura de ese tramo podrían durar dos o tres días, siempre que no cambien las previsiones meteorológicas y llueva, por lo que ya se ha fijado una fecha de recepción de las obras y, en cuanto tengan el visto bueno de Policía Local por seguridad de peatones y vehículos, volverá a estar operativo.
En las piscinas cubiertas de Aranda están rematando el arreglo de la acera de entrada. - Foto: I.M.L.A punto de entregarse. Otra de las obras que está a punto de completarse es la de las piscinas cubiertas, que se cerraron el 1 de julio de 2021 aunque las obras no comenzaron hasta principios de 2023. «Lo importante ya está todo y sólo faltan algunos remates», especificaba Hervás. De hecho, en las inmediaciones de estas instalaciones municipales de la calle Las Francesas se ve a los operarios de la empresa Peache completar el arreglo de la acera de entrada al edificio e, incluso, limpiar la zona.
Lo que no hay fecha es para su reapertura. Los precios se aprobaron en el pleno de finales del mes de abril, con la intención de que se puedan volver a utilizar las instalaciones deportivas al comenzar el próximo curso, pero todavía falta equiparlas. Para ello, salió a concurso un contrato para la compra del material del gimnasio, por un coste de 113.000 euros, que incluía máquinas de musculación y para ejercicios cardiovasculares, como cintas de correr, bicicletas elípticas y de ciclo indoor, remo o barras olímpicas.
Los trabajos que cuentan con un mayor plazo de ejecución son los de remodelación de los Jardines de don Diego, que también van cogiendo ritmo y han permitido abrir la acera sur para peatones y el carril de circulación para turismos de los residentes. «Desde que se aprobó el último modificado, que sumaba cinco meses más al plazo de ejecución, no se ha parado de trabajar y no se han comunicado más retrasos, así que vamos en el plazo final marcado», remarcaba la edil de Obras y Urbanismo, por lo que estos trabajos, que lleva a cabo la empresa Arpape al igual que el puente Bigar, tendrían que estar terminados en octubre.
De hecho, de forma paralela al espacio central de los Jardines, ya se ha completado el arreglo de la zona vecina de la plaza de la Virgencilla, a falta de poner las nuevas baldosas, y se está trabajando en la acera norte, colocando nuevas arquetas para farolas y quitando los rebajes del paso de cebra que desaparece.