La venta del Burgos CF ha entrado en un proceso crítico y la entidad de la ribera del Arlanzón podría cambiar de manos en los próximos meses. El consejo de administración burgalesista ultima los detalles para que un grupo sudamericano con capital en España se haga, en un primer movimiento, con el 49% de las acciones de la SAD burgalesa. El plan es que el control quede en manos de los nuevos inversores posteriormente. Para que se lleve a cabo la operación, la condición indispensable es que el equipo se mantenga en Segunda División, algo que tiene virtualmente conseguido.
Además de esta oferta, los mandatarios blanquinegros también tienen en estos momentos sobre la mesa una propuesta llegada desde Inglaterra que no está descartada, pero cuyo proceso está mucho menos avanzado.
La compra está un paso más allá de las negociaciones iniciales, ya que existen acuerdos firmados que se harían realidad en el momento en el que se vayan cumpliendo los requisitos que ambas partes han pactado en las últimas semanas.
El grupo inversor ha encargado una auditoría externa para conocer de forma exhaustiva la situación en la que se encuentra el club. Si los datos del análisis económico coinciden con los que ha entregado el Burgos, hay un acuerdo por el que los potenciales compradores estarían obligados a hacerse con el 49% de las acciones.
Después, existen varios hitos temporales que deben cumplir ambas partes en los que el grupo inversor se haría con la mayoría -o la totalidad- del accionariado, y por añadidura con el control de la entidad en el transcurso de la temporada 2023-24.
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