Aún dura la resaca de las polémicas declaraciones del líder del PSC, Pere Navarro, el pasado día 13. La presidenta del PP en el País Vasco, Arantza Quiroga, realizó ayer en Madrid una cerrada defensa del Concierto Económico y el Cupo vascos, cargando contra quienes pretenden convertirlo en «un arma arrojadiza para ocultar debilidades, incompetencias o simplemente la más supina de las ignorancias».
Arropada en un acto del Fórum Europa por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ejerció de presentador, la guipuzcoana contó también con el apoyo de miembros de la dirección de Génova, encabezados por su secretaria general, María Dolores de Cospedal, así como su antecesor, Antonio Basagoiti.
Así, aprovechó su presentación política en la capital para dejar claro el «firme compromiso del PP en defensa de Concierto». Para la diputada regional, no es una «reclamación de origen nacionalista» que, de hecho, el nacionalismo «lo consideraba un hueso arrojado por Madrid a los vascos», y que hasta los años 30 solo lo defendieron los partidos foralistas.
«El Concierto Económico es una institución profundamente solidaria y de autogobierno, gratuitamente zarandeada por quienes menos la conocen», aseguró Quiroga, achacando a «los líos internos de los socialistas» o a los «afanes demagógicos de alguna minoría» el cuestionamiento al que se le está sometiendo en las últimas semanas de manera, a su juicio, «irresponsable».
En su opinión, esta situación pone de manifiesto que el Concierto sigue siendo «en buena medida desconocido», y que merece «mayor esfuerzo de explicación y difusión ante la opinión pública del resto de España».
«Así nos evitaríamos el espectáculo de ver a dirigentes políticos con altas responsabilidades confundir el Concierto con el Cupo que se paga al Estado», indicó la expresidenta del Parlamento vasco, antes de explicar que aquél tiene «vigencia indefinida» desde su renovación en 2002, bajo Gobierno de José María Aznar, y que el cupo «se revisa todos los años», porque se liquida en función de los Presupuestos Generales del Estado. En este punto, enfatizó que es «falso», como sostiene el PNV, que el cálculo del Cupo «suponga un castigo político, social y financiero».
«CONFIANZA PERDIDA». La dirigente norteña causó una muy buena impresión en Madrid, ya que no se escondió de ningún tema. Así, a preguntas de los periodistas, se pronunció sobre el caso Bárcenas y sus palabras al respecto en una entrevista publicada ayer, en la que confesaba que le pareció «vomitivo» el asunto. Así, el PP, cuando pueda, debe «afrontar la recuperación de la confianza perdida» por culpa de «algunos».
«Mientras algunos estábamos aquí manteniendo el tipo, sufriendo, yendo a plenos donde nos temblaban las piernas de miedo, asistiendo a velatorios y viendo a familias rotas, otros estaban solo para llevarse la pasta. Es repugnante».