Tras la intervención de urgencia del pasado verano para consolidar el talud de la calle Las Murallas, el Ayuntamiento de Burgos encargará ahora la redacción de un proyecto que determine las actuaciones necesarias para su consolidación a largo plazo y evitar así nuevos derrumbes. La convocatoria se publicará en los próximos días, según ha anunciado el concejal de Licencias, Miguel Balbás. El coste estimado es de 15.125 euros y la empresa que resulte adjudicataria dispondrá de 75 días para su redacción. El objetivo es limpiar la zona de vegetación y consolidar el terreno y alinearlo. "Al ser un Bien de Interés Cultural es necesaria la redacción de un proyecto y contar con el asesoramiento del equipo que está elaborando el plan director de la muralla", indicó. 

El documento deberá recoger un plan de conservación preventivo en el tiempo e incluir excavaciones arqueológicas. El desprendimiento registrado el pasado mes de agosto al sur de la calle Murallas reveló la presencia de abundantes restos óseos y fragmentos cerámicos.

El trabajo arqueológico ha sacado a la luz un total de 3.421 fragmentos cerámicos, 40 elementos metálicos y cuatro objetos de hueso. El material se completó con 957 fragmentos óseos, de los cuales 435 pudieron ser relacionados con su especie.

Los restos cerámicos pueden subdividirse en diferentes conjuntos atendiendo a las características de los barros, cocciones, tratamiento de superficies, decoraciones y formas. «En su conjunto pueden enmarcarse como producciones realizadas entre los siglo XIV y XV", indicó la arqueóloga Fabiola Monzón.

Un número significativo lo constituye la cerámica común. En ella sobresale la cerámica de cocina de tipo rugosa de pastas claras, también denominada campurriana por su relación con los talleres de la antigua Merindad de Campoo. Aunque presentes en la alta Edad Media, reaparecieron con fuerza entre los siglos XIII y XIV.