En un rincón del Centro Cultural Consolación, como para no quitar protagonismo a las 18 mujeres de las fotos y a las reproducciones de varios cuadros de artistas como Carl Holsoe, Kandisnsky o Alexei von Jawlensky, se alza un pequeño altar con un manojo de hierba, una receta y un frasco en el que se lee 'aceite de las flores'. Es parte de la exposición 'Mujeres y saberes', que se puede ver en Villamayor de los Montes hasta el próximo mes de septiembre, conformada por esas 18 fotografías en las que son protagonistas mujeres de la comarca del Arlanza que han participado en un novedoso proyecto con el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de la mano de la Asociación de Mujeres Rurales de Burgos Aura Fademur, en una fructífera relación que había comenzado hace ya varios años, pero que ahora se hace visible.
Rufino Ferreras, responsable de Desarrollo Educativo del Museo explica que la filosofía de esta colaboración era indagar en la manera que las mujeres forman parte del destino cultural del mundo rural, de ahí que a lo largo de varios meses se haya trabajado en lo que es la esencia de la exposición: rescatar costumbres, fiestas, celebraciones, labores, rituales... de los pueblos que siempre tienen como guardianas a las féminas. Y eso es lo que han hecho las participantes en el proyecto, mujeres de Villamayor, Cilleruelo de Abajo, Villanueva Matamala, Lerma, Tordómar, Villalmanzo, Villoviado... en fin, de estos rincones de la España vaciada, a la que también el Museo Thyssen quiere ensalzar, logrando además que crean en ellas mismas, lo primero, y en sus pueblos.
Tras ese trabajo, cada una ha recopilado o rescatado lo que ha considerado más genuino, típico o que sentimentalmente les remonta a la vida de sus padres o sus abuelos y lo que les rodeaba. Muchas de ellas posan en las fotografías con esos elementos, detalles o utensilios que permanecen en sus hogares.
Así, Mila ha sido la encargada de decorar ese altar del que hablábamos al inicio del reportaje y que representa una tradición que se mantiene en Villamayor, como es recopilar la hierba de San Juan y hacer con ella el aceite de flores que se utiliza para cuidar la piel.
Julia Quintana, presidenta de Fademur, posa en la foto con el mortero con el que hacía las sopas de ajo su madre. María Jesús lo hace con una colcha verde de la cama de su abuela; Inmaculada tiene en la mano una carraca hecha por su padre para sus hijos y que se usaba en Semana Santa para llamar a los oficios, y Milagros posa en el famoso moral de Villoviado.
Begoña de la Riva, educadora del Museo Nacional y directora del proyecto explica que fue hace un par de años cuando se comenzó a trabajar con este grupo de forma virtual y realizando ellas algunas visitas al museo, pero que ahora han sido las educadoras quienes se han trasladado a la sede de Fademur en Villalmanzo para culminar el proyecto, incluida la escenografía de fotos, realizadas por la empresa Walden Productora Audiovisual. De la Riva recuerda las tres líneas que marcan la exposición: la celebración, las creencias y el cuidado. Todo el trabajo, además, se ha recogido en un documental que verá la luz en próximos meses.
El horario de la muestra es viernes y sábado, de 18 a 20 h., y fuera de este, llamando al 634502795.