La solución al desastre medioambiental ocurrido en La Lora empieza a coger forma y ya se ha iniciado el estudio sobre el terreno para analizar cómo retirar los miles de litros de parafina, un derivado del petróleo que durante 50 años se extrajo en el Campo de Ayoluengo, que se habían vertido al exterior hace más de dos meses. Los técnicos de la empresa pública Tragsa y representantes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se reunieron en Sargentes para «planificar plazos, hablar con empresas y ver cómo se pueden enfocar las acciones».

El líquido comenzó a salir y formó un enorme charco de color negro y textura viscosa que ha permanecido allí durante todo este tiempo, con el riesgo de contaminación ambiental y para el complejo que hace dos años fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de conjunto etnológico. El Ayuntamiento de Sargentes de la Lora denunció a las autoridades lo sucedido a principios de abril y en ese momento, aunque se desconocía la cantidad que se podía haber derramado, se calcula que superaba los 10.000 litros.

El Gobierno confirmó el pasado 17 de junio su intención de destinar un millón de euros -aunque se prevé una factura menor- para acometer esta limpieza «en las próximas semanas». Y ahora ya se han dado los primeros pasos para ello. Eso sí, los técnicos que ayer visitaron la zona afectada, y se reunieron posteriormente en una de las salas del Museo del Petróleo, expresaron a este periódico que aún no se puede dar una fecha concreta de inicio y tampoco aclararon el tiempo que se pueden alargar los trabajos. Primero se debe establecer un «calendario», pero lo que parece seguro es que los encargados de la seguridad y vigilancia acudirán con bastante frecuencia al municipio en los próximos días.

Los tres tanques afectados se encuentran en el extremo sur del campo de La Lora, cerca del pozo número 28, hacia la localidad de San Andrés de Montearados y muy cerca del arroyo del Rebollar. Ahora la empresa pública Tragsa se encargará de limpiar el entorno y tratará de dejarlo como estaba antes.

Carlos Gallo, alcalde de Sargentes de la Lora, confía en que la intervención se lleve a cabo cuanto antes, aunque reconoce que tampoco conoce los plazos previstos. «Queremos que se haga lo antes posible y que podamos desarrollar todos los aspectos, no solo la retirada de los vertidos; hay que ir a recoger los testigos y la documentación para que esté custodiada como corresponde puesto que son 50 años de la historia de la industria de este país», desarrolla.

De esta forma, el regidor considera que ahora lo más urgente pasa por limpiar la gran cantidad de parafina del exterior y que posteriormente se lleve a cabo también el tratamiento del suelo. Además, quiere que se trabaje en los diferentes puntos que posee el campo, ya que recuerda «todos los artilugios forman parte del BIC y la Junta deberá decir sí o no». El Ayuntamiento buscará desarrollar su plan cultural en este sentido al obtener el permiso para rescatar la memoria documental de más de medio siglo de historia marcada por el oro negro. El campo petrolífero acaba de cumplir 60 años y por eso supone un aniversario esperanzador.