El presunto homicida ingresa en Psiquiatría sin declarar

P.C.P. / Burgos
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Posponen la comparecencia ante el juez del yerno del finado, Valentín López, dado su estado agresivo y psicótico. La Policía Nacional encontró el arma homicida con el cuerpo de la víctima y otro cuchillo en casa de la mujer, que le había denunciado

Dos policías nacionales acceden al Hospital de los Santos Reyes el jueves por la noche. - Foto: Luis López Araico

El juez de guardia decidió ayer el ingreso en la Unidad de Psiquiatría de Burgos del presunto autor de la muerte a puñaladas de su suegro en el barrio arandino de la Estación sin tomarle declaración, dado el estado psicótico y el grado de agresividad que mostró tanto en su detención el jueves por la Policía Nacional como posteriormente, hasta su puesta a disposición judicial.

El presunto homicida no tiene antecedentes policiales pero sí una denuncia por violencia machista que su mujer, con la que tiene una hija, había formalizado antes del crimen. Al parecer, los problemas de convivencia comenzaron hace pocos meses, al igual que sus supuestos problemas con las drogas. Durante el tiempo que estuvo huido, la Policía tuvo protegidas a la madre, a la niña y a la mujer del fallecido en un piso de acogida.

La valoración psiquiátrica forense realizada ayer determinó que el sospechoso, de 44 años, no se encontraba en condiciones de responder a un interrogatorio y recomendó posponerlo, decisión que compartió el juzgado. A principios de la próxima semana se le someterá a una nueva evaluación para decidir si se intenta de nuevo, según ha sabido este periódico de fuentes cercanas a la investigación.

El comportamiento agresivo y desesperado del sospechoso puso en peligro la vida de los policías que participaron el jueves en la persecución. Actuó con desesperación y posiblemente bajo los efectos de alguna sustancia estupefaciente cuando se vio acorralado. El vehículo que conducía, al parecer un coche de empresa, embistió contra uno de los vehículos del operativo y después se salió de la carretera a una tierra y chocó con un tocón, lo que causó graves daños en su carrocería y le obligó a seguir a pie.Fue entonces cuando los policías de la Comisaría de Aranda pudieron darle alcance y reducirle con un disparo de una pistola taser (arma de electrochoque). En el momento de la detención, que se produjo en el entorno rural de Carabias (Segovia), llevaba consigo una mochila con drogas y tabaco, aunque al parecer no iba armado.

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