Concurrió a las elecciones como la gran esperanza del PP, subiendo enteros al derrotar por un margen pírrico en las urnas al socialista Luis Briones  y recuperar el gobierno municipal para la derecha, pero ese crédito se ha ido diluyendo en gran parte a medida que han ido transcurriendo los dos primeros años de mandato.

Si bien se apostaba por esta  inquieta y locuaz abogada, madre de tres hijas, para impulsar una nueva imagen del partido y dar un paso en la modernización de la villa, el hecho de no haber roto amarras con su antecesor, mentor y aún presidente comarcal popular, Ángel Guerra, como reclamaban ciertos sectores, le ha acabado por pasar factura resucitando algunos viejos fantasmas.

La sombra del diputado ribereño ’vitalicio’ ha planeado sobre asuntos espinosos, como el conflicto de la plaza de toros en el que está inmerso el Ayuntamiento por los numerosos incumplimientos del propietario, propiciando una nueva licencia provisional en 2011 pese a que el año anterior ya se obligó como medida de fuerza a celebrar la feria en un coso portátil, o tratando de conceder a cualquier precio la licencia definitiva a Toros Ricor con el fin de que la plaza no se derribe o revierta al Consistorio,  planteamiento que solo el contrapeso de su socio de gobierno, el PRCAL, parece que va a obligar a llevar la resolución del contrato a los tribunales y reclamar daños y perjuicios.

Una pesada herencia que también se ha hecho presente en algunos sospechosos olvidos que han propiciado inicialmente un incremento del aprovechamiento urbanístico en el sector, Arroyo de la Nava o la bendición de las construcciones levantadas ilegalmente por  Iesu Communio, en La Aguilera, y que  se teme pueda variar el diseño propuesto para el planeamiento urbanístico.

Al margen de ‘marear la perdiz’ desde la toma de posesión con el  affaire taurino sin llegar a resolverlo, Raquel González perdió prácticamente el primer año de mandato intentando alcanzar un acuerdo  de gobernabilidad, materializado inicialmente en un tambaleante «pacto de estabilidad» suscrito con los castellanistas sin que estos asumieran responsabilidades de gobierno.

MOVEDIZO TRIPARTITO

Al cabo de 10 meses, y no sin muchos avatares, se  fraguó el esperanzador tripartito PP-PRCAL-CCD que sumaba los 11 votos necesarios para alcanzar una mayoría. Sin embargo cada dos por tres ha amenazado con venirse abajo cual inconsistente souflé por el incumplimiento de los compromisos adquiridos, especialmente en materia de infraestructuras dependientes de otras administraciones.

Un capítulo en el que se le ha cuestionado su escasa beligerancia reivindicativa, si bien la reciente reiteración del compromiso de la Junta para ejecutar el ramal ferroviario al polígono industrial Prado Marina o la inesperada inyección extra de 6,8 millones de euros del Ministerio de Fomento a la variante de la A-11 le han supuesto un balón de oxígeno ante quienes cuestionan su escaso peso en el partido y consideran que el cargo ha terminado por quedarle grande.

En estos dos años Raquel González ha evidenciado falta de liderazgo, de capacidad para conformar equipos y de negociación y de consenso. Una situación que tras la marcha de su brazo derecho, Emilio Berzosa, por motivos laborales derivó en la salida de la concejala popular Mercedes Poza, hasta entonces al frente de Medio Ambiente, y se evidenció cuando no le quedó más remedio, fruto  de la presión de sus socios de gobierno, que hacer rodar la cabeza del también edil de sus filas Ángel Calvo por su ineficacia manifiesta.

Pese a que su objetivo prioritario era la creación de empleo, lo cierto es que en estos dos años  de mandato el número de parados ha alcanzado cifras récord, sumando  más de un millar de demandantes de empleo. Los esfuerzos por atraer empresas han sido imperceptibles y solo en el ámbito del autoempleo se ha hecho algo de hincapié, apuntando como logro que de las 150 personas que pasaron en 2012 por la oficina de atención al emprendedor, un 20% se han constituido como empresa.

Esfuerzos focalizados

El primer bienio de Raquel González al frente del Consistorio ha estado marcado indefectiblemente por la designación de Aranda para acoger la exposición de Las Edades del Hombre en 2014. Un ‘foco’ que ha absorbido casi todos los esfuerzos del equipo de gobierno.

Los frutos de ese trabajo comenzarán a verse a partir de ahora, con la restauración del exterior de San Juan y las yeserías del coro y el retablo de Santa María, y las actuaciones de reurbanización y peatonalización en el casco antiguo en las que se ha centrado el mayor esfuerzo inversor, más de 2,4 millones de euros.

En el haber, aunque con más retraso del previsto, ha visto la luz el documento de avance y diagnóstico de la adaptación y revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que, excepcionalmente, ha salido adelante por unanimidad, eso sí capitaneado en última instancia por el edil regionalista José Ignacio Díez. Un documento por el momento no vinculante que apuesta por compactar la ciudad y consolidar lo ya existente, basado inicialmente en criterios meramente técnicos y que habrá que confiar en que en la tramitación no se desvirtúe en función de determinados intereses económicos privados.

 La aprobación de un presupuesto actualizado que, aunque no fue muy práctico ya que entró en vigor a final de 2012, por fin permitió perder de vista al hasta entonces vigente con prórrogas, de 2006, si bien por el momento no se aprecia el pregonado control y reducción del gasto corriente.

La admisión de un recurso de casación por parte del Tribunal Supremo ha dado suficiente margen al Ayuntamiento para conseguir legalizar la depuradora.

El capítulo de Personal sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes y pese a que se ha actualizado la plantilla y se ha firmado un nuevo convenio de los funcionarios, sin actualizar desde hace 11 años, se han llevado a cabo con el único apoyo de UGT y una gran contestación por parte de los empleados municipales. La valoración y reestructuración de puestos de trabajo sigue siendo una entelequia por el momento.

Y es cierto, en honor a la verdad, que en las últimas semanas se ha apreciado una mayor sintonía y cohesión entre los miembros del tripartito. Habrá que esperar a ver si el  ménage à trois termina por consumarse.