Agua y temperatura idónea. Las principales condiciones para que comiencen a asomar las setas y hongos del suelo de los bosque se están dando. «Estamos metidos ya de lleno en el otoño y en la campaña micológica», afirma el experto Martín López Cueto, que mantiene que los montes están en plena eclosión para dar la bienvenida a un buen año recolector. «El brote está ya ahí y viene muy bien. La gente ya puede salir a recoger los dichosos boletus», bromea en relación a la casi fiebre hacia este tipo de hongo que gusta especialmente a las mujeres, «es el favorito de ellas».
El chaparrón de la semana pasada, según este experto, dio el arranque a la campaña. «A partir de ese día comenzó lo fuerte y la lluvia de esta semana está siendo agua bendita para que acabe de romper y se generalice la aparición de todas las especies por todo el territorio», augura López Cueto, que en una de sus salidas al monte durante días pasados encontró un tipo de boletus, «una especie ya descrita por la ciencia pero aún sin publicar su fotografía», cuenta en relación al ejemplar que se muestra en primicia en una de las imágenes, que se caracteriza por un sombrero de un fuerte tono naranja y que encontró entre hayas en algún punto de la Sierra de la Demanda.
Gracias a esas lluvias y a una «temperatura fantástica incluso por encima de 10 grados en la noche», se comienza a disfrutar de una prolífica campaña para todo tipo de setas, entre ellas las más deseadas, las que tienen un alto valor culinario: de cardo, níscalo, amanita caesarea (conocida como huevo de rey) o el boletus, que este año «está saliendo muy sano». A ellas hay que sumar una infinidad de especies, algunas comestibles y otras peligrosas o venenosas que solo hay que disfrutarlas con los ojos.
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