Peligro laboral: heces de perro

A.B. / Miranda de Ebro
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CGT denuncia el «grave riesgo biológico» de los jardineros en Miranda por los excrementos caninos

Imagen de archivo de la protesta de unos vecinos por el incumplimento de la ordenanza de la recogida de excrementos de perros. - Foto: Jesús J. Matías

Suben a alturas, utilizan motosierras, se enfrentan a las inclemencias meteorológicas... El servicio de parques y jardines en Miranda acumula un sinfín de elementos que afectan a su seguridad de forma evidente. Sin embargo, el sindicato CGT ahora pone el acento sobre un supuesto peligro que venía pasando desapercibido: las heces de perro. Desde esta agrupación lanzan «una alerta urgente sobre el grave riesgo biológico» al que se enfrentan estos trabajadores «especialmente durante la temporada de siega y desbroce» por culpa de la «acumulación masiva de excrementos caninos en las zonas verdes».

En el sindicato sostienen que los jardineros de la ciudad del Ebro se están «exponiendo» a un«contacto diario con agentes patógenos presentes en las heces, lo que representa un peligro significativo para su salud y bienestar». Para CGT, este problema se ha convertido en algo «insostenible», ya que hay empleados delAyuntamiento de Miranda que «están trabajando en condiciones insalubres» y corren un peligro constante al tener que realizar sus labores rodeados de «bacterias» y «parásitos» presentes «en los excrementos de perros». 

La principal agrupación de representantes de los trabajadores en la categoría de laborales del Consistorio mirandés centra su queja sobre todo en áreas como «la plaza Emilia Rodat, la calle Ciudad de Haro o las zonas ajardinadas del PR-1, que son inaccesibles debido a la acumulación de heces». Todo ello se lo ha transmitido el sindicato a la administración municipal, puesto que, según avanza CGT, «se ha solicitado formalmente al Comité de Seguridad y Salud y a la Concejalía de Personal que se realice una evaluación de riesgos laborales específica para este colectivo».

Los objetivos que se pretenden lograr a través de esa revisión son, principalmente, tres. Por una parte, en CGT creen que permitirá «identificar y cuantificar los riesgos biológicos derivados de la exposición a excrementos caninos»; por otra, «establecer medidas preventivas y correctivas adecuadas para minimizar dichos riesgos»; y, por último, «garantizar la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores». La urgencia que tienen estas cuestiones para el sindicato resulta tan elevada que, incluso, ha solicitado que el tema «sea incluido como punto prioritario en el orden del día de la próxima reunión del Comité de Seguridad y Salud».

Eso sí, la agrupación no mira solo al Consistorio, sino que también señala a la ciudadanía y pide que, mientras la administración trata de paliar el problema, «los dueños de mascotas sean responsables y recojan los excrementos de sus animales» porque, de lo contrario, expondrán a esos «riesgos» tanto a la plantilla como «a la salud pública en general».