La doble sesión monográfica sobre el Proyecto de Ley de Presupuestos arrancó con la tradicional intervención del consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, para desgranar en quince minutos las líneas maestras del proyecto de Ley. Una comparecencia en la que la gran novedad fue la actualización del desequilibrio entre las entregas a cuenta anunciadas por el Gobierno de España para Castilla y León durante 2024, y las recibidas y «que está afectando ya muy seriamente» a Castilla y León. Déficit que durante los primeros cuatro meses del año ya alcanza los 206 millones de euros menos sobre lo avanzado por el Ministerio de Hacienda y lo que está ingresando la Junta.

«La inacción del Gobierno al no actualizar las entregas a cuenta de 2024 está motivando este desfase», verbalizó Fernández Carriedo, que aprovechó su paso por el estrado para volver a exigir al departamento de María Jesús Montero la reforma del modelo de financiación autonómica. «Seguimos sin noticias del Gobierno de España sobre la urgente reforma del sistema de financiación autonómica, que lleva ya diez años caducado», prosiguió el también portavoz de la Junta, que emplazó al Ejecutivo central a sentarse con las comunidades para esbozar un nuevo modelo «ya que el actual nos deja infrafinanciados por razones demográficas y territoriales».

El resto de la intervención sirvió para que el consejero de Economía y Hacienda repasara las grandes cifras de un presupuesto «histórico» de 14.562 millones de euros que supone un 5,42 por ciento más que en 2023. Unas cuentas que calificó como «responsables y rigurosas», y que vinculó con el «compromiso» de la Junta de Castilla y León con la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales. «Es un presupuesto destinado a garantizar la equidad y la calidad de los servicios públicos, y para avanzar en la modernización y transformación de Castilla y León». Todo ello, dijo, dentro de una «clara apuesta por la dinamización rural y demográfica» que apuesta por las familias, los jóvenes y los mayores y que incorpora una fiscalidad moderada, inteligente y selectiva.

También tuvo tiempo Fernández Carriedo de defender el modelo de «fiscalidad moderada e inteligente» que acompañó con un repaso de las distintas rebajas fiscales acometidas por la Junta en los últimos años. Detalló que en este ejercicio podría favorecer a 480.000 contribuyentes, por un importe de 674 millones, a los que habría que sumar 1.200.000 contribuyentes beneficiados por la rebaja de la tarifa autonómica del IRPF. «Les pido con humildad y con convicción el voto favorable al proyecto de presupuestos», concluyó el consejero de Economía mirando a la oposición socialista, a la que aseguró que «los problemas de cada persona son para nosotros lo más relevante y porque en Castilla y León nadie se puede considerar más importante que los demás».