Agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Burgos han regresado esta mañana a la orilla sur del río Arlanzón para seguir recabando pruebas sobre el hallazgo de un feto muerto en la tarde de ayer. Mientras continúan a la espera de los resultados de la autopsia, que se antoja clave para el devenir de la investigación.
Tal y como adelantó este periódico en la noche de ayer, ese primer informe forense puede dar a los agentes de la Policía Nacional muchas pistas. Para empezar la causa de la muerte, si el bebé nació muerto o si se ahogó con la corriente. También el momento del fallecimiento, lo que permitiría acotar las horas sobre cuándo se pudo producir el abandono y así intentar localizar a los responsables.
Tras una primera batida por toda la zona en el día de ayer, también río arriba, los agentes de la Judicial, acompañados de la Científica, han regresado a primera hora de la mañana por si, con la luz del día, pudieran recoger más evidencias que pudieran arrojar algo de luz acerca del suceso.
Labores de búsqueda de pruebas sobre el neonato hallado muerto a orillas del Arlanzón. - Foto: Alberto RodrigoEl hallazgo se produjo sobre las 19 horas de la tarde de ayer. Una mujer que paseaba al perro fue quien dio la voz de alarma después de que el animal localizara al feto unido al cordón umbilical y la placenta. La Policía Local y la Nacional se personaron en el lugar y confirmaron que se trataba de un bebé fallecido. Inmediatamente, se activó a la comisión judicial y, tras el levantamiento del cadáver, comenzaron las primeras pesquisas.
Los agentes peinaron cada rincón del río, papeleras, aceras de calles cercanas y recabaron todo tipo de evidencias y muestras del lugar concreto en el que se econtraba el neonato, en la orilla próxima a la plaza de Santa Teresa.