Un informe tumba la seguridad de la plaza de toros de Aranda

I.M.L. / Aranda
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El jefe de Bomberos apunta que el aforo excede el que marcan las salidas de emergencia del coso arandino

La última vez que entró público a esta plaza de toros fue en febrero de 2022. - Foto: Christian Castrillo

La plaza de toros Ribera del Duero no cumple con las medidas de seguridad. Esta es la conclusión del informe realizado por el jefe de Bomberos del Ayuntamiento arandino, que emitió este documento para responder a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que dejó sin efecto la licencia de actividad que se otorgó para esta instalación en 2022.

El documento viene a refrendar «lo mismo que decían todos los informes anteriores», como asegura el jefe de Bomberos, Julián Rasero. Los puntos más destacados en lo que a fallos de seguridad se refiere aluden a los recorridos marcados para evacuaciones de emergencia y las deficiencias de las salidas, cuya anchura no es la suficiente para poder evacuar a las 5.000 personas ocupando el graderío que marca el aforo máximo del coso taurino.

El caso más llamativo que se refleja en este nuevo informe es el del vomitorio que comparte puerta de entrada y salida a las instalaciones con los corrales, por donde entran los caballos y el ganado, incluso los asistentes pueden compartir espacio con los equinos mientras los preparan los picadores o los rejoneadores. El informe insiste en que no se puede considerar como un lugar de paso para los espectadores, ni siquiera al limitar el uso de esta vía de entrada y salida para algo más de 600 asistentes, cuando el resto de las puertas soportan un tránsito de unas mil personas.

Tal y como remarca el jefe de Bomberos, estos problemas con el aforo y la seguridad no son nuevos y ya aparecen reflejados en informes anteriores. Un ejemplo es el informe elaborado por uno de sus antecesores en el cargo, después de la visita técnica que se realizó el 20 de febrero de 2008, previa a la primera licencia que obtuvo el coso. La inspección ocular llevada a  cabo por estos técnicos permitió constatar numerosos incumplimientos, entre los que destacaba el importante incremento en el aforo. Las 5.145 localidades que se  contemplaban en el proyecto se  habían convertido en 6.161. 

Con estas cifras, se apreciaron deficiencias en los sistemas de evacuación, donde según el entonces jefe de Bomberos, pasillos, puertas y vomitorios no se habían ejecutado conforme al proyecto inicial. Por ello, el empresario debería demostrar que la nueva distribución era válida para desalojar a todo el público y, en caso contrario, se obligaría a inhabilitar las localidades  que se han construido demás. Esta fue la alternativa por la que se optó en aquel entonces, dejando el número de localidades en 5.000.

Este nuevo informe, junto con el elaborado por los técnicos del área municipal de obras, responde al mandato judicial del TSJCyL, que dio un plazo final para que el Ayuntamiento entregase estos documentos debidamente redactados, dentro del proceso por el que este tribunal dejó sin efecto la licencia de actividad que se había otorgado a estas instalaciones. 

Ahora habrá que esperar los pasos que se dan en el plano administrativo para que la plaza de toros Ribera del Duero se ajuste a la legalidad y se pueda utilizar.