La estación de Madrid-Chamartín es punto de paso obligatorio para todos los trenes que circulan por alta velocidad entre el centro y el norte de España. De este modo, cuando se desata una incidencia en los inmediaciones de esta terminal -o en la línea que la conecta con Segovia- el caos que se genera es notable.
Eso precisamente ocurrió ayer a primera hora de la mañana -el problema según el Adif se detectó a las 6:45 horas- con la señalización a la altura de Torrejón de Velasco, lo que desencadenó un efecto dominó por toda la red ferroviaria. Los convoyes que partían desde la capital del país hacia Burgos reportaron problemas hasta las 8:15 horas, cuando el problema quedó resuelto. No obstante, organizar decenas de servicios que ya acumulaban unos retrasos notables motivó demoras que, en el caso de Rosa Manzano, alcanzaron los 55 minutos. En el caso del Alvia que debía llegar a la estación burgalesa a las 9:19 con destino Bilbao, pero que no lo hizo hasta las 10:14 horas. En sentido inverso, el también Alvia que conecta la ciudad vizcaína con Madrid, y que tiene fijada su salida a las 9:34 horas, finalmente partió a las 10:12 horas.
En el hall de la terminal ferroviaria las quejas se fueron sucediendo a lo largo de la mañana, aunque especialmente lo hicieron en los convoyes más madrugadores. El AVE de las 6:40 horas, que muchos ciudadanos toman para llegar a su puesto de trabajo en Madrid, fue otro de los grandes afectados al acumular decenas de minutos de retraso. Es más, cuando pudieron iniciar la ruta se toparon con un gran atasco en Valladolid -igualmente afectada que Burgos- y donde había aún más trenes en espera.
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