Han tenido que pasar 57 años para que Cebrecos vuelva a vivir una boda completa, con misa en la iglesia de San Cristóbal, banquete y fiesta posterior. Luis García siempre ha tenido claro que quería darse el 'sí, quiero' en su pueblo e Isabel Heras soñaba con hacer el festejo al aire libre, así que juntaron ambas ideas para desarrollar un evento en el que no ha faltado detalle y donde el toque rural ha estado muy presente.
Unos enormes tipis -carpas- en una tierra de la familia -ubicada junto a la iglesia- que tuvieron que desbrozar previamente, una charanga al salir de la iglesia o la entrada al banquete en un tractor son algunas de las curiosidades que dejó la cita de este sábado y que todo el municipio de Arlanza -que cuenta en la actualidad con 56 empadronados- celebró a lo grande.
«Ha sido una cosa muy trabajada, llevamos preparando todo un montón de tiempo... Hemos desbrozado la tierra y hemos colocado allí los tipis, nos hizo muy bueno y acabó todo el mundo muy contento», explica Ana, la madre de Isabel. No les faltó detalle y colocaron hasta unos fardos para decorar y protegerse del viento, aunque el tiempo respetó. Les hizo estupendo, incluso calor en algunos momentos del día, y por ello están de lo más felices. El cátering corrió a cargo de una empresa de Béjar (Salamanca), que también colocaron allí baños para que a los invitados no les faltara nada.
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