La posibilidad cierta de salvar la vida a tu gente

ANGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
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La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria premia un proyecto burgalés que forma en reanimación cardiopulmonar a familiares de pacientes con antecedentes de cardiopatía isquémica. 106 personas han aprendido ya a reaccionar correctamente

Marta Rodrigo, María Santamaría, Cristina Gómez, Carmen Hernández, Beatriz Campos y Antonio Cabezón. De rodillas, Marta Sainz y Teresa Mondéjar. - Foto: Patricia

Mari Carmen recuerda perfectamente aquel día. Era un domingo por la tarde y hasta ese momento todo había ido de la forma más normal. Su marido, que tiene la costumbre desde siempre de comprobar su pulso cuando cree que tiene fiebre, le comentó que notaba que sus latidos hacían pausas, y ella, sin dudarlo un segundo, puso rumbo al servicio de Urgencias del antiguo Hospital General Yagüe. De forma inmediata él fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos, donde tuvo un infarto y después una fibrilación. Gracias a la agilidad que tuvieron en buscar ayuda médica pudo salvarse. Han pasado ya 25 años y aunque, por suerte, no se ha vuelto a repetir un susto como aquel, Mari Carmen cree que ahora actuaría con el mismo aplomo, sin dudar y con idéntica rapidez pero, sobre todo, lo haría con más conocimiento de causa. En mayo se formó por consejo de su médica en reanimación cardiopulmonar básica y desfibrilación externa dentro de un programa específico para familiares de pacientes con antecedentes de cardiopatía isquémica que ha arrancado este mismo año promovido por ocho médicas de Familia que trabajan en varios centros de salud de la ciudad y la provincia. 

Salvando vidas en comunidad es el título de este proyecto que hace apenas unos días ha recibido el primer premio al mejor trabajo de investigación original en el 46 congreso de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) que se ha celebrado en Bilbao con más de 5.000 participantes. La comunicación, que llevaba por título Conocimientos en reanimación cardiopulmonar básica por un grupo de familiares de pacientes con cardiopatía isquémica antes y después de un taller formativo, desgrana la curva de aprendizaje de quienes participan, es decir, cuánto aprenden y cómo se mantiene ese conocimiento en el tiempo.

Cristina Gómez, profesional del centro de salud Ignacio López Saiz, e investigadora principal, explica que la idea surgió de la experiencia común que atesoran todas las participantes -Teresa Mondéjar, del Cristóbal Acosta; Antonio Cabezón, de Lerma; Beatriz Campo, María Santamaría y Marta Rodrigo, de San Agustín; Carmen Hernández, de Las Torres, y Marta Sainz, del Ignacio López Saiz- de su paso de muchos años por el servicio hospitalario de Urgencias: «Durante mi estancia allí tuve mucha relación con el Código Infarto y la cardiopatía isquémica y participé en los grupos de trabajo de Urgencias y Cardiología, y cuando daba charlas siempre tenía que recordar que la supervivencia a medio y largo plazo iba mejorando porque había fármacos nuevos y mejores medidas de revascularización y, sin embargo, la mortalidad que se producía antes de llegar al hospital no mejora y no lo hace por la muerte súbita, porque no se llega a tiempo a un servicio hospitalario, porque la gente sufre una parada y no se le reanima debido a la falta de formación. Por eso, cuando volví a Primaria pensé que era el mejor lugar para actuar sobre esa parte, enseñando a la población cómo llegar allí donde no estamos los sanitarios y cómo actuar en los primeros minutos en los que se produce la parada cardíaca, que son fundamentales para la supervivencia».

Mari Carmen Camarero, alumna: «Es impresionante que estas médicas dediquen su tiempo libre a formarnos».Mari Carmen Camarero, alumna: «Es impresionante que estas médicas dediquen su tiempo libre a formarnos». - Foto: Patricia
Es impresionante que estas médicas dediquen su tiempo libre a formarnos"
Mari Carmen Camarero, alumna

Es el núcleo más cercano, por tanto, el que se convierte en un salvavidas de primer orden porque más de la mitad de las paradas cardíacas y las muertes súbitas se producen en el ámbito domiciliario y con testigos, es decir, con gente que lo presencia, casi siempre familiares: «Es importantísimo que el entorno de las personas con el riesgo aumentado de muerte súbita tenga formación y pueda reaccionar adecuadamente». ¿Y quiénes son los pacientes con este riesgo aumentado? Quienes hayan sufrido un infarto, una angina de pecho o una miocardiopatía hipertrófica (problemas en el músculo cardíaco que hacen que sea más probable que se sufra una arritmia que pueda desencadenar una parada cardiorrespiratoria).

A través de médicas y enfermeras de Atención Primaria, de los profesionales del servicio de Cardiología, más en concreto del área de Rehabilitación Cardíaca del HUBU, y de la Asociación Burgalesa del Corazón, el grupo investigador dio a conocer la iniciativa y a reclutar participantes. 106 personas, de forma voluntaria y de edades comprendidas entre los 18 y los 76 años, ya han hecho el curso, que dura una tarde. Una de ellas ha sido, como decimos, Mari Carmen Camarero, a quien le habló de esta iniciativa su médica Teresa Mondéjar: «Me pareció impresionante que estas profesionales dediquen parte de su tiempo libre a hacer este trabajo, estando como están, además, las consultas de Atención Primaria y estoy muy agradecida a su dedicación, ojalá se formen muchas más personas para que cualquiera pueda reaccionar ante una parada, yo creo que sí podría hacerlo», explica esta mujer, que está muy concienciada y lleva en su móvil una aplicación que le dice dónde están los desfibriladores más cercanos.

La idea ahora es generalizar en Primaria estos talleres de tres horas de duración en los que se explica la importancia de las maniobras de resucitación cardiopulmonar precoz y se practican con muñecos y desfibriladores. «No resulta nada complicado. La curva de aprendizaje es corta y buenísima. Aún estamos analizando los resultados, pero sobre un test teórico de nueve preguntas que hemos hecho, inicialmente tienen cuatro puntos y cuando acaba el taller se han duplicado a ocho... y tenemos personas de hasta 76 años que mejoran mucho su aprendizaje. Se les insiste mucho en la rapidez y a la hora de enseñar somos muy mecánicas para que sea como una instrucción que se quede en la cabeza y se sea capaz de realizarla como un robot», concluye Cristina Gómez. 

Marta Rodrigo, María Santamaría, Cristina Gómez, Carmen Hernández, Beatriz Campos y Antonio Cabezón. De rodillas, Marta Sainz y Teresa Mondéjar.Marta Rodrigo, María Santamaría, Cristina Gómez, Carmen Hernández, Beatriz Campos y Antonio Cabezón. De rodillas, Marta Sainz y Teresa Mondéjar. - Foto: Patricia

¿Qué puedo hacer si alguien se desploma a mi lado?

>> Acercarse con seguridad, sin poner en riesgo la vida propia ni la de quien se ha caído. Por ejemplo, si alguien se desvanece en un paso de cebra hay que cerciorarse de que no vienen coches antes de actuar.

>>Reconocer la parada, es decir, saber si la persona responde y respira con normalidad, llamándole, estimulándole y haciéndole preguntas. Si no responde, se abre la vía aérea y se comprueba si respira: viendo, oyendo y sintiendo si hay respiración. Si sigue sin responder y no respira se asume que el corazón está parado y es imprescindible llamar al 1-1-2 y pedir un desfibrilador. 

>>En ese momento, y ya con las recomendaciones de los profesionales de emergencias al otro lado del teléfono, hay que comenzar a realizar entre 100 y 120 compresiones torácicas por minuto rápidas y fuertes, con las manos entrelazadas y los brazos rectos y perpendiculares al cuerpo en el centro del pecho del paciente y, solo si se tiene formación, es bueno alternarlas con ventilaciones o insuflaciones en la boca. 

>>Cuando llegue el desfibrilador, encenderlo y obedecer sus órdenes.

A tener en cuenta...

Se estima que al año se producen en España unas 30.000 muertes súbitas extrahospitalarias (más de 220 en la provincia de Burgos). La causa más frecuente es la patología cardiaca y especialmente la cardiopatía isquémica. La supervivencia es de un 10% frente al 30% de los países nórdicos. 

La supervivencia depende principalmente de que se inicie la reanimación cardiopulmonar precozmente. Por cada minuto de retraso en el inicio de las maniobras de resucitación se pierde un 10% de posibilidades de sobrevivir.

La formación dirigida a la ciudadanía se revela como una de las proposiciones destacadas en las guías de actuación clínica. Cuanto mayor sea el número de personas formadas más serán las probabilidades del paciente de ser atendido con éxito y sobrevivir.