Burgos sale a la calle por un país de iguales

C.M. / Burgos
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Miles de ciudadanos se concentran en la plaza del Rey San Fernando contra la ley de amnistía y para expresar su rechazo a los pactos de Pedro Sánchez con los independentistas

La plaza del Rey San Fernando, a los pies de la Catedral, se quedó pequeña para acoger a los miles de burgaleses que secundaron la llamada del PP para escenificar el rechazo a la amnistía acordada por el PSOE y Junts y los pactos de Pedro Sánchez con los partidos secesionistas a cambio de su investidura. Los participantes hicieron oír su voz para gritar alto y claro: «No al privilegio. No a la impunidad. No a la amnistía. España no se vende».

Los organizadores cifraron la asistencia en cerca de 10.000 personas, mientras la Subdelegación del Gobierno la rebajó a 5.000. Aunque la protesta estaba convocada a las 12 del mediodía, una hora antes ya se empezaban a ver los primeros participantes con banderas de España y de la Unión Europea. Familias enteras, grupos de personas mayores y jóvenes e, incluso, miembros de asociaciones vecinales quisieron mostrar su malestar con lo que consideran un «ataque a la Constitución, a la división de poderes y a las bases de la democracia».

Poco a poco fueron llegando también numerosos cargos políticos populares. Allí se dieron cita los diputados nacionales, Ángel Ibáñez y Sandra Moneo, y los senadores, Javier Lacalle, Salvador de Foronda y Raquel González. Tampoco faltaron los procuradores regionales, entre ellos el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, los diputados provinciales o los alcaldes y concejales de todos los puntos de la provincia. La alcaldesa de la capital, Cristina Ayala, y el presidente provincial del Partido Popular, Borja Suárez, encabezaron la multitudinaria concentración, que dejó en las aledañas calles de la Paloma y Nuño Rasura e, incluso, en el Arco Santa María a numerosos burgaleses que no pudieron llegar a la plaza al completarse el aforo.

Aspecto que presentaba el entorno de la Catedral, donde no se registró ningún tipo de incidente durante la protesta. Aspecto que presentaba el entorno de la Catedral, donde no se registró ningún tipo de incidente durante la protesta. - Foto: Alberto Rodrigo

Suárez agradeció la respuesta ciudadana a una convocatoria en «defensa de los intereses de un país, en defensa de los intereses de un Estado» en protesta por «lo que está pasando en España y, por lo cual, la sociedad burgalesa está muy preocupada», de ahí que la plaza estuviera llena de ciudadanos de todo tipo y condición. «Es un mensaje claro contra la amnistía: España no se entrega», apuntó. No obstante, el presidente provincial del PP lanzó un mensaje de esperanza: «A esto se le puede dar la vuelta, esto se puede parar y a Pedro Sánchez se le puede decir que no y que España se merece mucho más. Hay mucha gente preocupada con esta deriva».

En su opinión, España se merece «seguir en la concordia» y la «igualdad» de todos los españoles consagrada en la Constitución. «España no se entrega y no lo dice un partido sino la ciudadanía». Por ello, pidió al candidato a la investidura que abandone la «soberbia en la que se ha instalado con la única intención de perpetuarse en el poder» y escuche al pueblo que sale «en masa a las calles».

La alcaldesa, Cristina Ayala, subrayó que no solo la sociedad se ha posicionado en contra de los acuerdos del PSOE con los independentistas, sino también colectivos como los abogados del Estado, jueces, fiscales, colegios de médicos, guardias civiles y asociaciones de todo signo. «La amnistía supone poner el contador a cero cuando los políticos independentistas ya han manifestado que lo volverán a hacer». «Ya han diseñado unas leyes para que precisamente no les cueste lo mismo. Burgos lo dice y el resto del país también: España no se vende», sentenció.

El periodista Antonio Naranjo fue el encargado de leer el manifiesto en defensa de la igualdad de todos los españoles, que se replicó en todas las ciudades de España. En él, se apeló a la Constitución con la que hace 45 años «construimos una democracia de ciudadanos libres e iguales». «Hoy España es un clamor. Quieren nuestro silencio pero van a tener una respuesta serena y firme», leyó, al tiempo que concluyó; «España no se rinde», tras lo que se produjo un sonoro aplauso.

Posteriormente sobre el escenario se desplegó un cartel con el lema de la convocatoria: 'Por la igualdad, no a la amnistía', tras lo cual sonó el himno nacional y se corearon gritos como 'Puigdemont, a prisión', 'Sánchez, traidor' o 'Unidad nacional'.

La convocatoria, que se desarrolló de manera absolutamente pacífica, se prolongó durante media hora y las personas que se concentraron se fueron disolviendo con normalidad, lo que provocó embotellamientos en dirección al Espolón.

Cargos y militantes de Vox acudieron al acto del PP en la plaza del Rey San Fernando, pero quisieron dejar su impronta con una concentración frente a la Subdelegación del Gobierno, en la calle Vitoria, a la que acudieron medio millar de personas. En un momento dado, la Policía Nacional ordenó la retirada de una bandera preconstitucional. Los participantes increparon a los agentes con gritos de 'fuera, fuera' o 'policía defiende tu nación'. Fue el único incidente de una jornada en la que los ciudadanos mostraron de forma cívica su descontento con el futuro gobierno del país.