Cuatro años justos se cumplen en estas fechas desde que la primera adjudicataria de las obras del centro de salud del Silo, la jienense Vialterra, cesara en los trabajos tras pedir un modificado que la Junta rechazó. Finalmente, Sanidad terminó resolviendo el contrato y desde agosto de 2019 apenas se han producido avances en los trabajos, que alcanzaron un buen ritmo entre enero de 2019 y julio de ese mismo ejercicio. Con la segunda contratista tampoco hubo suerte, la relación contractual también se rescindió y el Gobierno regional va ya a por la tercera empresa que se ocupe de levantar la infraestructura sanitaria. Pues bien, la Consejería informa a este periódico de que el concurso para elegir a esa firma se convocará el próximo mes por el trámite de urgencia, con el fin de agilizar el procedimiento y reiniciar cuanto antes las obras.

La verdad es que el centro de salud que sustituirá al de García Lorca está gafado. Después de la espantada de la primera empresa y de abrir un nuevo procedimiento para contratar la segunda, resultó adjudicataria CHR. Nada más retomar los trabajos se cruzó en su camino un proceso de adquisición por parte de otra compañía de más tamaño, Urbas, que se comprometió a continuar con el proyecto. Pero en el segundo semestre de 2022 apenas se produjo ningún avance, lo que obligó a Sanidad a tomar, de nuevo, la decisión de resolver el contrato, algo que sucedió en el mes de junio pasado.

Urbas debía haber concluido las obras ese mes, dado que se adjudicaron un año antes por un plazo de 12 meses. Sin embargo, la firma solicitó la ampliación hasta finales de 2023 y en medio se produjo la absorción por Urbas. 

Durante un breve tiempo se produjeron avances en la tabiquería de pladur y en las instalaciones eléctricas y de climatización, así como la entrega de un cronograma por parte de CHR en el que se planteaba el calendario de trabajo cuya nueva fecha era noviembre. Estas novedades fueron compartidas con representantes de asociaciones vecinales atendiendo al compromiso adquirido por parte de la Consejería de Sanidad en diversas reuniones informativas mantenidas. Con posterioridad se produjo una nueva demora y, pese a haber recurrido a todas las posibilidades que ofrece la normativa para apoyar el desarrollo de la obra desde la Consejería de Sanidad, el retraso y la falta de ejecución por parte de Urbas y CHR abocaron a la resolución del contrato por causa «imputable solamente a ambas empresas».

Fuentes de Sanidad indicaron que en las reuniones mantenidas con directivos de ambas empresas siempre se mostró interés por concluir las obras pero ello nunca se tradujo en una activación de los trabajos. Como perjudicada de esta situación, la Junta defenderá que, en aplicación de la legislación, la incautación de la garantía económica depositada, 220.000 euros.

En estos días Sanidad ha revisado el proyecto para determinar qué queda por hacer, con el fin de convocar otro concurso, algo que será en el mes de septiembre. El azar quiso que el día que tenían que haber concluido las obras por parte de CHR si todo hubiera discurrido con normalidad coincidiera con la rescisión del contrato y vuelta a empezar para desesperación de los usuarios, profesionales y Consejería de Sanidad. La esperanza es que a la tercera vaya la vencida.