Hace ahora un año, la junta vecinal de Cigüenza, concluyó la instalación de una pequeña zona biosaludable con tres aparatos pensados para que los mayores de la pedanía villarcayesa realicen ejercicio y mejoren su movilidad y calidad de vida. Pero su ubicación ha caído como un jarro de agua fría, especialmente en los propietarios del jardín contiguo, quienes literalmente tienen que atravesar el parque biosaludable para salir de casa. Y también el de juegos infantiles, que ya estaba allí ubicado. Tras acudir al Consistorio sin éxito en busca de soluciones, los afectados se dirigieron al Procurador del Común que acaba de emitir una resolución en la que pide al Ayuntamiento de Villarcayo que «reconsidere la ubicación de la zona biosaludable» y «acuerde situarla en un espacio alternativo que cumpla las exigencias legales».
Los vecinos consideran que «el espacio deportivo no cumple con los mínimos requisitos de accesibilidad, seguridad y de espacio mínimo para el ejercicio o movimiento y limita de manera importante el acceso peatonal a la vivienda, así como a los vehículos de suministro y de asistencia y/o emergencias». Cuando la junta vecinal comenzó con la de instalación de la zona biosaludable los afectados acudieron al Ayuntamiento y le plantearon que ellos mismos estaban dispuestos a ceder una parcela de su propiedad en la carretera que comunica Cigüenza con Villarcayo para instalar los aparatos de gimnasia. No hubo respuestas y decidieron acudir al Procurador del Común.
En la primera y única contestación que el Consistorio remitió a Tomás Quintana citaba esa propuesta y las condiciones en las que el Ayuntamiento aceptaría una «donación», mientras que los propietarios del terreno solo estaban dispuestos a una «cesión y no una donación» de suelo alternativo para el parque. También manifestaba que «una Administración local es soberana para decidir realizar inversiones dotacionales en suelo público... y deben realizarse en suelo de titularidad pública de carácter demanial, dominio público». En cualquier caso, el Procurador del Común ha decidido no entrar al examen de la cesión o donación de un terreno diferente, pero sí en las características del parque. Su dictamen es muy claro, «los circuitos biosaludables son equipamientos para las personas adultas, especialmente recomendables para los mayores de 60 años» y «aunque habitualmente se ubiquen en parques o zonas verdes públicas, no son parques infantiles ni su utilización está destinada a los niños». Aello añade que «no están diseñados para su instalación en la proximidad inmediata de parques infantiles».
Muy juntos. En su resolución, el Procurador del Común considera que el lugar elegido junto a la casa de concejo y el parque infantil en medio de la confluencia de varias calles es una ubicación «poco idónea, por lo que el Ayuntamiento debe realizar lo necesario para encontrar una ubicación alternativa a esa instalación». También incide Quintana López en que los equipos deben contar con un área libre a su alrededor de entre 2 y 3 metros, algo que tampoco cumple Cigüenza.
E insiste en la «recomendación de diferenciar estos circuitos para adultos respecto de las zonas de juego infantil» e «intentar que estos equipos se sitúen en los parques o en las inmediaciones de las zonas verdes públicas, así como en espacios cercanos a las zonas de paseo». También especifica que esas áreas «en ningún caso podrán coincidir con el espacio de paso del itinerario peatonal», es decir, como en este caso, con el lugar por donde se entra en una vivienda, si bien es cierto que la misma finca cuenta con otras puertas de entrada más anchas, habilitadas para vehículos y que dan a otra calle.
Ante esta situación, la alcaldesa de Cigüenza, Mercedes Fernández, prefiere no hacer declaraciones y esperar a la redacción de la respuesta que remitirá el Ayuntamiento al Procurador.