Entre capear el temporal de la inflación, la incesante subida de costes o las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania, cada vez más empresas han optado por pisar el freno y limitar o posponer nuevas contrataciones. En Aranda de Duero, las grandes compañías no escapan a esta tendencia. En lo inmediato, la mayoría coincide en que no prevén poner en marcha campañas importantes de empleo.
Ahora bien, tanto Michelin, como Pascual o GSK cuentan con plantillas estables desde hace años, lo que les permite afrontar los retos actuales con plenas garantías en cuanto a mano de obra. Así las cosas, las vacantes que necesitan cubrir a corto plazo están relacionadas con perfiles técnicos y no tanto con operarios de producción.
Así sucede, por ejemplo, en Pascual. Fuentes de la compañía agroalimentaria destacan que de aquí a final de año quieren sumar a dos técnicos de mantenimiento, otro técnico de I+D y un gestor de I+D para proyectos internacionales. Todo ello dentro de su apuesta por el empleo estable. En este sentido, desde la empresa, con más de 900 trabajadores en su fábrica de Aranda, remarcan que la mayoría de su plantilla «es indefinida y de calidad» y que realizan una «importante» inversión en formación, con nuevas incorporaciones que provienen de la FP Dual.
En esta línea también se expresan desde Michelin. Tras el «importante» relevo generacional acometido en 2015, que se completó con más de 600 contrataciones, en este momento la multinacional de neumáticos dispone de mano de obra suficiente en la capital ribereña. Aunque no tienen previsto impulsar grandes procesos de selección, fuentes de la compañía subrayan que «en algunos ámbitos específicos continuamos trabajando para asegurar las competencias necesarias en cada departamento e incorporar nuevas personas a nuestros equipos». Todo ello en un contexto de «fuerte volatilidad» y con la incertidumbre en los mercados a nivel mundial como factor más preocupante. «La planta de Aranda es una referencia de la fabricación del mercado del neumático de camión en Europa. Las previsiones son aumentar la confianza del grupo Michelin en la sede arandina para seguir innovando y transformando sus instalaciones para fabricar los neumáticos del futuro», continúan, mientras advierten de que aunque Aranda es una referencia en competitividad, «la incertidumbre del mercado hace que las previsiones de producción dependan de la evolución de ese contexto».
En busca de especialistas. Por su parte, desde GSK Aranda destacan que actualmente se encuentran en «un momento estable» como fábrica de respiratorio y comprimidos de alto valor terapéutico, «con una plantilla equilibrada que a día de hoy supera las 600 personas y sobre la que no se prevé crecimiento significativo para esta última parte del año».
En cuanto a 2024, desde la multinacional farmacéutica detallan que continúan avanzando en sus objetivos hacia una 'fabricación inteligente'. Esto se traduce en que buscan perfiles orientados hacia la automatización, la programación y expertos mecánicos. Las mismas competencias, dicen en GSK, que «concentran la base de la formación que se incentiva desde la compañía» y entre las que se incluyen machine learning, impresión 3D, ciencia de datos, digitalización...».
Finalmente, desde Tubos Aranda indican que tampoco tienen prevista ninguna contratación masiva de aquí a final de año, simplemente cubrirán las posibles bajas que puedan surgir y las jubilaciones. Por ahora, cuentan con una plantilla completa «a la espera de ver la evolución del mercado de cara a 2024». Este también ha sido un ejercicio notable para Tubos Aranda, perteneciente al Grupo Chinchurreta, con la inversión de dos millones de euros para abrir una nueva línea de producción.