Hasta el momento, y sin que se esperen incorporaciones a corto plazo, Caleruega es la única localidad de la comarca ribereña que forma para de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España. En la provincia burgalesa también están reconocidos con esta distinción los municipios de Lerma, Covarrubias, Castrojeriz, Frías y Puentedey, incluidos todos en la Zona Norte de esta asociación que, durante los próximos dos años, presidirá la alcaldesa calerogana, Lidia Arribas.

Consciente de la importancia que tiene el cuidado de estos entornos con encanto y la promoción que se logra al estar dentro de esta asociación, Arribas afronta el cargo con la intención de mejorar las herramientas que aporta el sector turístico y patrimonial para la creación de empleo y el asentamiento de la población en el medio rural. 

Que Caleruega es un pueblo bonito es algo indiscutible para cualquiera que lo conozca pero, ¿qué tiene que tener un municipio para formar parte de los pueblos más bonitos de España?
Lo primero es pedir la incorporación a la asociación, aportando documentación sobre el patrimonio material e inmaterial que tiene. Hay que cumplir unos estándares de calidad en cuanto a la limpieza, al cuidado del mobiliario urbano, que tenga uniformidad, que estén conservados y mantenidos los elementos estructurales tradicionales o típicos, que haya establecimientos de hostelería para atender a los visitantes, zonas disuasorias de aparcamientos... Se mira todo lo que tiene que ver con un turismo de calidad y ordenado. En base a eso se hacen unas auditorías para ver si un candidato puede estar dentro de la asociación y se le indica que lo que tiene que mejorar para hacerlo. 

Esta es una asociación de carácter privado, ¿se necesita algo así para cubrir la promoción que no se hace desde las administraciones superiores?
Creo que sí, pero no es incompatible. Las instituciones públicas como el Gobierno central no llegan a todo, y menos a sitios tan pequeños como estos, y una región como Castilla y León llega a lo que llega, pero no tiene una difusión nacional. Esta asociación tiene la doble característica de que atiende a los municipios pequeños y su difusión es nacional e internacional. Las instituciones deberían hacer más, pero en cuestiones de publicidad, promoción y marketing, el hecho de que lo hagan expertos dentro de esta asociación con un objetivo muy claro es algo positivo. Para eso sirven las asociaciones privadas. 

La apuesta por el turismo se ha notado, la hostelería se mantiene, que es algo fundamental»

Desde que Caleruega entró a formar parte de este club en 2017, ¿ha notado un incremento de visitas?
Sobre todo el primer año fue espectacular. De repente, te posiciona. Había gente que nos conocía sólo por ser el lugar de nacimiento de Santo Domingo y teníamos mucho turismo religioso. Pero conseguimos un turismo distinto, familiar, de naturaleza, rural, cultural... Al entrar a la vez que Covarrubias, también se generó ese flujo de visitantes. Y hemos tenido dos hitos muy importantes. Uno fue, desgraciadamente, la pandemia, que movilizó mucho las pequeñas escapadas a nivel nacional y la gente venía a ver esos lugares que habían pasado desapercibidos para escapadas y excursiones. Y otro fue el centenario de Santo Domingo, que confluyó también en 2021. Ahora se va manteniendo y eso nos permite que en un fin de semana de noviembre como este, que no hay nada, la Oficina de Turismo puede seguir abierta porque desde hace tiempo tenemos grupos de visitas concertadas. Todo ello nos ha servido para tener un turismo desestacionalizado y más prolongado en el tiempo. 

¿A qué retos se enfrenta el entorno rural en la promoción de sus encantos turísticos?
En la zona norte de la asociación hay pueblos que están más por la marca que por la promoción, como Santillana del Mar, que no puede morir más de éxito. Lerma sería también un ejemplo, por los recursos que tiene y por el lugar en el que está ubicado. A los demás sí nos ayuda a conseguir el reto que es generar puestos de trabajo para que la gente se pueda quedar. No sé si el turismo es la forma con la que podemos atraer población, pero sí que la gente que viene puede tener otras posibilidades de trabajo más allá de la agricultura y la ganadería. 
Dentro de la asociación, yo veo que se genera flujo y dinamismo en sus comarcas. Quien viene a Caleruega, lo ves todo en un día, lo que tienes que hacer si pernoctas aquí es ir a visitar el entorno pero, desgraciadamente, esa comunicación, ese flujo, esas rutas por la zona no existen y sería lo deseable para este entorno. 

Quiero potenciar los seis pueblos de Burgos, es una provincia que hay que recorrer de norte a sur»

Más allá de lo que se pueda hacer dentro de la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España para sus integrantes, ¿los ciudadanos de estos municipios están concienciados con la riqueza que atrae el turismo?
Yo creo que, en general, sí, y desde que entramos en la asociación más. La gente empezó a creérselo, porque cuando tú estás acostumbrado a ver el convento, el monasterio, las rutas no te conciencias de lo importante que es cuidarlo. Es verdad que, con los años, se oyen voces molestas, siempre hay alguien que se queja de que no puede aparcar en la plaza porque está cerrada para que la gente venga a hacerse una foto, pero me da la sensación que siempre habrá alguien que le moleste todo. Esta apuesta por el turismo en Caleruega se ha notado y la gente lo agradece, la hostelería se mantiene, que es algo fundamental en los pueblos y yo creo que han de notarlo. 

Vas a presidir durante dos años la zona norte de esta asociación, ¿qué te gustaría conseguir en este espacio de tiempo?
Como región norte, queremos dar a conocer los pequeños municipios y, en lo que me pilla más cerca, potenciar los seis pueblos de Burgos de una manera conjunta y hacer ver que la provincia es bonita de norte a sur, que hay que recorrerla. La región es muy variada porque tiene interior, pero también tiene costa. El sur de España lo tiene más fácil, ahora toca que la gente descubra los encantos del norte.