La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Miranda ha registrado una caída del 25% en el número de certificados emitidos este año, en comparación con el pasado. Según los datos que maneja, han expedido 124 documentos, de los que el 94% han sido comprobantes de origen y el resto se han repartido entre los de libre venta y legalización de facturas. Ahora bien, el vicepresidente de la entidad, Gerardo Martínez, lanza un mensaje de calma porque «la sensación entre las empresas es que no está siendo un mal año». Según describe, «los certificados pueden estar influidos porque no estés exportando productos nuevos» ya que «normalmente, haces una acción comercial y, durante un tiempo, te dedicas a afianzar esa gama dentro del distribuidor o cliente» de tal forma que «puedes estar exportando muy bien, pero la Cámara no lo nota».
Es decir, en realidad, Miranda ha logrado mantener su fortaleza en cuanto a las ventas en el extranjero este curso y, en particular, han destacado dos de sus sectores: el metal y la alimentación. Así consta en los datos de la Cámara, que considera ambos tipos de productos como «los más exportados». El propio vicepresidente tiene una sensación similar. Sobre ese segundo ámbito comercial, que conoce bien porque gestiona la empresa de complementos noVadiet, apunta que «el nivel de exportación está siendo semejante o incluso un poco mejor que el año anterior». De hecho, en su firma calcula que están superando la facturación fuera de España por más de un 10% en comparación con el curso pasado, aunque han reducido el número de certificados al operar «con unos países con los que ya se trabajaba y no se están introduciendo nuevos productos».
En cuanto al otro gran campo de las exportaciones mirandesas, Martínez reconoce que «a nadie se le escapa que en esta ciudad somos muy fuertes a nivel de metal, desde el montaje más básico, al desarrollo de aviones o de empresas cercanas que fabrican para el automóvil». Precisamente, destaca que en este ámbito «los productos tienen menos trabas que los alimentarios y corren más rápido por los países cercanos», algo que beneficia a las marcas locales. Incluso a aquellas de menor tamaño, pues el vicepresidente de la Cámara destaca que algunas «tienen mucha demanda en el exterior» gracias a que «están en un mercado como el europeo y tienen un buen producto».
Lo cierto es que las exportaciones mirandesas, tanto de los sectores líderes como de los minoritarios, se reparten por todo el globo. De hecho, en los certificados de la Cámara de Comercio se ven salidas a lugares tan variados como Cuba, Tailandia, Montenegro, Vietnam, Rusia, China, Marruecos, Mauritania, Kuwait, Bangladesh, Albania, Turquía, Paramount o Arabia. Eso sí, Martínez reconoce que, sobre todo en el caso de la alimentación, la ciudad centra «bastante» su presencia en la zona de Oriente Próximo, a lo que añade que «luego está la Comunidad Económica Europea, donde cada empresa tiene uno o dos países con cierta incidencia».
En este sentido, Martínez reconoce que las marcas mirandesas lidian normalmente con «un problema» a la hora de exportar por el viejo continente. Según relata, las empresas no suelen contar con «delegaciones en los países de la Comunidad Económica Europea», sino que operan con «distribuidores», lo cual puede frenar su capacidad de crecimiento. En cualquier caso, el vicepresidente de la Cámara describe que esa forma de trabajar es habitual cuando una compañía se encuentra al principio del proceso exportador, porque se suele esperar a que «funcionen los productos» para dar el salto de «montar delegaciones».