La deshabitada localidad de Bárcena de Bureba está de enhorabuena, no solo porque el propietario de la mayor parte de las viviendas y anexos las haya puesto a la venta por 350.000 euros con el objetivo de dar una segunda oportunidad al pueblo, sino que la empresa holandesa Land Life Company pretende poner a punto su entorno de manera gratuita.
El director regional de la compañía, Francisco Purroy, se ha reunido con Marcelino Ruiz -dueño de 50 inmuebles y anexos- tras publicar este periódico la sorprendente venta de la aldea y le ha propuesto ejecutar un proyecto de restauración ambiental y recuperación de biodiversidad. «Nos ha atendido muy bien pero necesitamos conocer la opinión de la alcaldesa de Abajas, municipio al que pertenece Bárcena, para saber si contamos con el permiso», declara. La misión de la empresa, que ha instalado su sede de España y Portugal en Burgos, concretamente en el edificio Nexo, se centra en la búsqueda de tierra degradada por la erosión, el fuego, la agricultura y recuperar el bosque que en su momento existió en el entorno, y la moneda de cambio del negocio son los derechos de carbono.
El hecho de que la vegetación se haya comido las edificaciones que se mantienen en pie en la localidad, las zarzas invadan las calles y los postes de electricidad hacen menos atractiva la venta del pueblo. Sin embargo, Purroy ofrece la oportunidad de actuar en el emplazamiento para dar un mayor valor a la belleza y el interés del propio lugar para reforestar «pero con condiciones estrictas: solo con bosque autóctono con trabajos en los que no se utiliza maquinaria pesada dañina para la tierra (plantaciones manuales con cuadrillas locales) y con un compromiso de mantenimiento y monitorización a lo largo del tiempo», expone. La empresa dispone de la financiación -procedente de compañías europeas que voluntariamente quieren compensar sus huellas de carbono- para llevar a cabo el proyecto.
La intención es plantar diferentes especies de árboles como encinas, coscojas, enebros o pinos que «equilibrarán el CO2 que emiten las industrias que fabrican coches, muebles, que financian nuestros créditos o la energía que consumimos en nuestros hogares», añade. Por el momento, la idea se mantiene en el aire y esperan contactar con el equipo de gobierno de Abajas para llegar a un acuerdo. «Tenemos el dinero pero somos conscientes de que la gente no se da cuenta que tiene monte hasta que surgen intereses detrás. Tendrá que haber un pacto entre todos para que se ejecute», aclara.
Turismo. Como 'propietario' del pueblo', el empresario Marcelino Ruiz, a través de su empresa Restaura Bárcena S.L., se hizo con las edificaciones con el fin de llevar a cabo un proyecto vinculado al turismo rural. Su ilusión no era otra que la de transformar la localidad en un complejo hotelero y de ocio con diferentes servicios con ayuda procedente de Europa. «Creemos que con nuestra colaboración Bárcena de Bureba puede convertirse en un lugar más atractivo y que puede despertar el interés de futuros compradores. Nos mantenemos a la espera de recibir nuevas noticias», sentencia Purroy.