Muchos estudiantes universitarios, la mayoría de Burgos -pero también vendrán de otras latitudes, como Cantabria- tienen apuntada desde hace varias semanas una fecha en sus agendas: el 11 de mayo, el día en que se celebra una macrofiesta en un recinto privado de Sarracín. Es tal la afluencia de personas que se espera a este evento que la Guardia Civil ha diseñado un dispositivo especial para controlar todo lo que suceda en torno a él, desde su inicio hasta su finalización. Sobre todo a partir de su conclusión, porque es el momento en el que podrían producirse altercados en el exterior del lugar y también en el que más vigilantes hay que estar por el peligro de que se produzcan accidentes de tráfico.
La Comandancia de Burgos está organizando un despliegue que incluye reforzar las patrullas de Seguridad Ciudadana y del Subsector de Tráfico. Pero también acudirán hasta el pueblo el Servicio Cinológico, con perros adiestrados en la detección de droga, y la Usecic, la unidad encargada de mantener el orden y la seguridad en entornos urbanos y rurales. Sus integrantes llevarán drones para controlar desde el aire cualquier movimiento de personas que no sea detectado por las dotaciones motorizadas. Asimismo, la Benemérita destinará agentes de paisano a la localidad en labores de prevención de tráfico e ingesta de estupefacientes y en el operativo contra posibles peleas.
La organización de la macrofiesta, Oxo Events, espera reunir allí a unas 4.000 personas. La mayoría de ellas, asegura el alcalde, José Luis González, se desplazarán a la localidad en autobuses, aunque es verdad que también espera la afluencia de coches. De ahí que el Ayuntamiento haya habilitado en las eras situadas junto al recinto una zona de aparcamiento que confía en que de de sí para que puedan estacionar todos los vehículos que acudan al evento.
El horario de la macrofiesta es de 12 a 20 horas del sábado. Los momentos más sensibles de la jornada serán el de la llegada de los autobuses a mediodía, pero sobre todo a última hora, la de la salida. Es el instante en el que podrían producirse peleas o altercados en las calles del pueblo, al margen de los problemas de tráfico que se originarán en la N-234 con el movimiento de autobuses y coches que se generará a última hora de la tarde. Los controles de droga y de alcohol se sucederán en esa carretera y otras cercanas para evitar riesgos de accidente.
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