Cuando la solidaridad se imparte en el aula

SELMA ASILÁ I.S. / Burgos
-

El domingo pasado comenzó un voluntariado para ayudar en un colegio y un hospital de Uganda organizado por la Asociación Cultural Arlanza y Fundación Kumen

Las voluntarias, Elena Sánchez (i.), Iris Manso, Marta Gutiérrez y Adriana García, organizando los materiales sanitarios que entregarán en Uganda. - Foto: Valdivielso

Cómo de relevante puede ser un rollo de papel higiénico? En ello pensaron al realizar un listado de productos de primera necesidad las jóvenes que participaron el verano pasado en un voluntariado en un colegio y un hospital de Uganda. «Nos sorprendió esta petición por parte de las familias», comenta Elena Sánchez, profesora de Enfermería de la Universidad de Burgos que acudió al voluntariado. La docente presentó en su clase dicho proyecto y cinco alumnas aceptaron la aventura. Así, el equipo de voluntarias quedaba compuesto por once estudiantes, dos maestras y otras dos enfermeras del norte de España. El grupo puso rumbo a Uganda el domingo pasado y, después de una estancia de quince días, regresará el 30 de este mes. 

Según aterrizaron en Entebbe (Uganda) comenzaron sus diversas labores. Entre ellas se encuentra impartir clases en un colegio de educación primaria. «Este año ya sabemos cómo preparar y enfocar las lecciones gracias a la experiencia del año pasado.» explica Marta Gutiérrez, voluntaria del verano pasado y que vuelve a repetir este. Marta especifica que en Uganda se imparte sólo materia relacionada con el país, por ello, tratarán de enseñar temario sobre el resto del mundo.

Tras acabar el horario lectivo, se acercan a los hogares de sus alumnos para proporcionarles alimentos, pastillas para potabilizar el agua o material escolar. Elena Sánchez recalca «Las familias agradecen mucho que vayamos. Podemos ver cómo viven y te cuentan su vida. Es algo muy bonito». Pueden entregar esta ayuda gracias al dinero recaudado en Burgos. Además, visitan un hospital oncológico de niños y un orfanato de la zona, donde también aportan donaciones. Iris Manso, que colaboró el verano pasado, detalla «Ahora llevan los materiales sanitarios necesarios que tratan problemas sencillos, pero muy comunes allí. Por ejemplo, bandas para infecciones de orina o medicamentos para problemas estomacales y oculares».

El equipo se hospeda en el  Pearlcrest Hospitality Training Institute, una escuela de Formación Profesional de hostelería y restauración creada por la Fundación Kyoga para fomentar la formación e independencia de las ugandesas. De hecho, el equipo y las asociaciones organizadoras quieren ofrecer becas en la escuela a mujeres de Entebbe. Y están recaudando donativos para poder dar materiales sanitarios y escolares llevados desde España, así como alimentos de mercados ugandeses a las familias y hospitales con los que trabajan. «Publicamos toda nuestra actividad a través de redes sociales para que quien colabore sepa que de verdad ayuda», apunta Adriana García, asistente el verano pasado. Para aportar donativos, la Fundación Kumen dispone de un espacio en su página web. 

Continúan. El año pasado eran voluntarias 14 alumnas de Bachillerato del Colegio Campolara. Consiguieron 3.000 euros en donativos y ayudar a 150 familias. Iris Manso recuerda «Recomiendo irse de voluntariado para poder ayudar y ser conscientes de lo afortunados que somos».