De la Alhambra a Fuenteodra

P.C.P.
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Aún sin tejado, las bóvedas de la iglesia ya están aseguradas. Ahora buscan sellar grietas

Las bóvedas, listas para resistir el invierno. - Foto: A.C. Manapites

Ambas se levantaron en una colina para lanzar un mensaje, claro en el caso de la Alhambra, una incógnita aún en el de la Dama de las Loras. Quizás no tengan más cosas en común que ese alzado simbólico, pero tantos siglos después de su construcción han terminado compartiendo obreros. Trycsa, una de las empresas más reconocidas en el sector de la rehabilitación, trabaja habitualmente en el bello complejo granadino y este invierno también en Fuenteodra, donde sus artesanos-albañiles protagonizan una de las etapas reinas del camino a la salvación del templo.

La Junta de Gobierno de la Diputación aprobó ayer conceder una prórroga a varias iglesias que obtuvieron las subvenciones del convenio de las goteras, y que podrán acabar las obras el 15 de enero y justificarlas el día 30. Además de Fuenteodra, se beneficiarán de ella ayuntamientos de Monasterio de Rodilla, Vallarta de Bureba y Villalba de Teba. De rebote, entra en esta lista de ayudas Campo (Villarcayo), que por renuncia de otra pedanía recibirá 28.000 euros de subvención para una inversión de 40.000.

Javier Maisterra, presidente de la Asociación Cultural Manapites, reconoce que apuraron los plazos de licitación con el objetivo de «abarcar el máximo de obra posible con el dinero que teníamos y dar el paso definitivo en la salvación de la iglesia», un «riesgo» que finalmente les ha salido bien, puesto que han terminado de restaurar los nervios y las plementerías (el espacio entre los nervios) de las 2 bóvedas. «Ya pueden aguantar dos metros de nieve», presume ufano, para recordar cómo hace exactamente un año estaban colocando andamios gracias a una ayuda de la Junta de Castilla y León para que no se viniera abajo su sueño.

El templo es un mar de andamios. El templo es un mar de andamios. - Foto: A.C. Manapites

Los trabajos se han retrasado además por la falta de algunos andamios -que cubren por dentro y por fuera la iglesia de Sanlorenzo Mártir- y la grúa-torre espera a que en enero se pueda colocar la estructura del tejado, ahora cubierto únicamente con unas lonas.

La empresa que donó las tejas mantiene su compromiso, un alivio porque hoy día este material ha triplicado su precio y además escasea en el mercado, por lo que de no contar con la aportación de la multinacional Edilians todo sería más cuesta arriba.

Harán un último esfuerzo en el sprint para ver si les alcanza el dinero a sellar alguna de las grietas principales. Entonces sí, «la iglesia quedará salvada», concluye.