Aranda de Duero no sufría a un pirómano, sino al menos a dos, según las investigaciones desarrolladas por el Cuerpo Nacional de Policía, que han concluido ante los tribunales. La Audiencia Provincial de Burgos acaba de condenar a uno de ellos, identificado con las iniciales A.G.H., a 3 años y 9 meses de prisión por 4 delitos, aunque los magistrados y la Fiscalía han acordado suspender las penas de prisión y dejarle en libertad para que pueda continuar con el tratamiento de deshabituación de las drogas iniciado en Cruz Roja Burgos «hasta su rehabilitación» y con la condición de no delinquir durante los dos próximos años.  

La sentencia, dictada de conformidad y aceptada por el acusado, le considera autor de sendos delitos de hurto de uso de vehículo, daños por incendio, tentativa de robo con fuerza en establecimiento abierto al público y tráfico de drogas. Además de las penas de cárcel le impone otros 1.800 euros en multas y la obligación de indemnizar a aquellas víctimas que no hayan sido compensadas por las aseguradoras, además del pago de las costas judiciales.

Todos los hechos recogidos en esta sentencia ocurrieron la madrugada del 29 de enero de 2021 en Aranda, cuando cogió un coche que estaba aparcado con las llaves puestas en las inmediaciones de un taller, a la espera de su reparación, y se fue a la plaza Gallocanta, donde prendió fuego a dos contenedores. Además de causar daños por valor de casi 2.000 euros en ellos, quemó, por extensión, parte de un turismo y de una furgoneta estacionados allí cerca.

(Más información, en la edición impresa de este jueves de Diario de Burgos o aquí)