El exalcalde de San Martín de Losa se defiende atacando

A.C. / Burgos
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Fue juzgado ayer por prevaricación, falsedad documental y usurpación de funciones públicas por plasmar su rúbrica suplantando la del interventor en las cuentas de 2013 y 2014

Benedicto Vadillo, exalcalde de San Martín de Losa, ayer en la Audiencia Provincial de Burgos durante el juicio. - Foto: Alberto Rodrigo

El exalcalde de San Martín de Losa, ya inhabilitado para cargo público por dos sentencias judiciales, se defendió ayer en un nuevo juicio ante la Audiencia Provincial con el ataque. Primero contra el fiscal, al que nada más comenzar la vista le dijo que lo tenía «archidenunciado» y que hacía pocos días había pedido su recusación, aunque el presidente de la sala le advirtió que a un fiscal no se le puede recusar y ya le habían contestado. Y después contra el secretario del Ayuntamiento del Valle de Losa, quien acudía a las sesiones de la junta vecinal en los años 2013 y 2014 y levantaba acta de las mismas. Fue entonces, cuando según la acusación del fiscal y la Asociación de Amigos de San Martín de Losa, Vadillo suplantó la firma de este funcionario y plasmó la suya en los documentos de la cuenta general de 2013 y en los presupuestos de la pedanía de 2014.

Se le acusa de falsedad documental, usurpación de funciones públicas y prevaricación. Solo su firma aparecía tanto en los documentos citados como en el dictamen de la comisión especial de cuentas, en el acta de arqueo de los fondos existentes desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2013 o en el informe de Intervención del presupuesto de 2014 en los lugares donde debía de haber plasmado su firma el secretario de la junta vecinal. Por estos delitos, el fiscal solicita un total de 6 años de prisión y 8 de inhabilitación, mientras que la acusación particular eleva sus peticiones a 9 años de prisión y 15 de inhabilitación para cargo público.

El funcionario, que testificó en la vista por videoconferencia, negó haber participado en la confección de los documentos que elaboró una asesoría privada con sede en Barcelona por encargo del alcalde, como ha quedado probado. El secretario incluso dijo que nunca había visto las cuentas. El fiscal avaló la postura del secretario, del que dijo que no había tenido participación alguna en la confección de los documentos.

Sin embargo, el acusado insistió en que «nunca he tenido ninguna información». Apreguntas de su abogado, al único que quiso contestar, respondió que «él -en referencia al secretario- dominaba y presentaba los documentos aunque lo niegue». «Todos los documentos los ha hecho él. Una de las últimas veces me dijo:firma donde esté tu nombre», añadió. No obstante, en los documentos por los que se acusa a Vadillo, su rúbrica aparecía en los apartados donde se nombraba explícitamente al secretario y era el funcionario el que tenía que haber firmado o bien un secretario nombrado por la junta vecinal que pudiera compartir así el control de las cuentas con el exalcalde pedáneo.

En el cargo desde 1999. Firmaba con un puesto que no ostentaba y no había intervención alguna del secretario-interventor», insistió el fiscal. La acusación se adhirió a sus conclusiones, pero matizó que «no cabe alegar desconocimiento de la norma» cuando Benedicto Vadillo llevaba desde 1999 en el cargo de alcalde pedáneo y se mantuvo en él hasta 2019. 

«Es público que las cuentas han de tener unos controles que no se han realizado», añadió el letrado, quien consideró que la asesoría que contrató Vadillo también le pudo informar de sus obligaciones antes de aprobar los presupuestos en una sesión de la junta vecinal, en la que contó con el voto a favor del vocal de su lista, Jesús Bueno, y el voto en contra del vocal de la oposición, Francisco Villamor.

El primero sostuvo en su declaración que buscaba «el beneficio del pueblo» con su voto de confianza a las gestiones de Vadillo. Yel segundo, que el secretario ya advirtió en la sesión donde se aprobaron los documentos que no se hacía responsable y que no había participado en la confección de los documentos. La defensa del exalcalde de San Martín de Losa puso en duda sus capacidades y conocimientos para obrar con mala fe en la elaboración de los documentos y mantuvo que la suplantación de la firma del secretario no conllevó perjuicios para la junta vecinal de este municipio.