El secretario general de los socialistas de Castilla y León ha tildado de «surrealista e inédito» que sea un partido en el Gobierno regional, el PP, el que «genere inestabilidad» en el propio Ejecutivo autonómico exigiendo «el cese del gerente del HUBU» al que nombró la propia Junta. «Resulta inconcebible; es que no le nombré yo, que fue Fernández Mañueco, que fue el PP, que fue Borja Suárez», resaltó Luis Tudanca, quien aludió al presidente de los populares burgaleses porque fue él quien el sábado pidió a la consejera Verónica Casado que cambiara a la dirección del hospital por sus continuos «desatinos».
Esa exigencia del PP de Burgos forma parte, advirtió, de «una estrategia» orientada «solamente a promover una lucha de poder interna» en el Gobierno regional «en un momento crucial para la Comunidad desde el punto de vista social y económico, a la espera de la llegada de unos fondos europeos que hay que gestionar «con eficacia». ¿Esa búsqueda de la inestabilidad interna en el Ejecutivo autonómico busca el adelanto de elecciones? Pues Tudanca lo único que dice es que Fernández Mañueco «solo hará lo que le diga Pablo Casado», el presidente nacional de los populares. En todo caso, afirmó, los socialistas «están preparados y dispuestos» para afrontar unos posibles comicios.
En todo caso quiso dejar claro que todas las manifestaciones de los últimos días del PP en torno a la Sanidad -también sobre la paralización del Plan Aliste- son parte de «la lucha de poder» en el seno del Gobierno regional. «A Mañueco le importa un bledo la sanidad», afirmó, para recordar que en el Pleno de la semana pasada él advirtió al presidente de la Junta «quién era García Girón (el oncólogo al que el gerente del HUBUha forzado a jubilarse)» y que su retiro no tiene sentido en una época en que la propia Consejería «reconoce la falta de profesionales». «No se puede prescindir de médicos reputados en estos momentos», zanjó, en una rueda de prensa tras la celebración de la Interparlamentaria del PSOE en Burgos.