La Junta de Gobierno Local declaró ayer formalmente como desierto el concurso impulsado el pasado mandato por el PSOE para la adquisición de parcelas en el Pueblo Antiguo de Gamonal a cambio de dar a sus propietarios, mediante permutas, aprovechamientos urbanísticos en el sector 51.01 Camino Casa la Vega, junto a la residencia de las Hermanitas de los Pobres. La portavoz del Ejecutivo municipal del Ayuntamiento de Burgos, Andrea Ballesteros, aprovechó para defender que aquella idea se ha constatado como un fracaso y avanzó que lo que hará el nuevo Gobierno de coalición, desde la Concejalía de Urbanismo que lidera el PP, es promover una solución «conjunta» para resolver un problema que se arrastra desde hace décadas.
Ballesteros afirmó que aún es pronto para poder anticipar cuál es la fórmula por la que van a apostar, pero el hecho de que se quiera encontrar una solución global invita a pensar a que se entiende como necesario que se intervenga desde el ámbito público. Más que nada, porque el tiempo ha venido a demostrar que desde el ámbito puramente privado no hay demasiado interés por actuar. Entre otras cosas, porque nadie (o muy pocos) mueven ficha si la propiedad de al lado se va a mantener en estado ruinoso. El gran número de propietarios, además, no facilita los acuerdos.
Más allá de que en el Gobierno de coalición entienden que la fórmula de las permutas «no era realista», Ballesteros afirmó también que el modo de llevar el procedimiento no ha sido el más acertado, ya que apenas se dio tiempo a los interesados (y no son pocos) para que pudieran trabajarse una opción de este tipo con una mínima calma.
El desenlace de terminar declarando el concurso se intuyó pronto, ya que «desde la Asociación Conde Belveder, que aglutina a la gran mayoría de propietarios, ya auguraron que se podía dar esta situación».
El suelo municipal que se ofreció tiene 1.500 metros cuadrados de edificabilidad y está valorado en 640.000 euros, de modo que se podrían levantar en él unas 20 viviendas. Sin embargo, esta opción no sedujo. «No era atractivo. En las cláusulas se decía que se tenía que edificar en dos años en la nueva parcela. Si no tienes dinero para edificar o restaurar tu casa en el Pueblo Antiguo tampoco lo tendrás para hacerlo en el otro lado, además de tener que ponerte de acuerdo con otras personas para urbanizar y promover el bloque de viviendas, indicó hace unos meses Gloria Burgos, presidenta de la Asociación Conde Belveder.
En la actualidad hay entre 60 y 70 dueños de unas 86 propiedades entre casas y parcelas. El Plan de Reforma Interior (PERI), que regula urbanísticamente este entorno, permite más aprovechamientos de los existentes y el uso de los bajos para pequeños negocios.
El Ayuntamiento ha intentado impulsar la regeneración del entorno en los últimos años al comprar una casa que da a la calle Vitoria para ubicar una sucursal del Ayuntamiento y ha adquirido otra en ruina en la que proyecta un centro para asociaciones. Desde la perspectiva de la iniciativa privada solo ha logrado en los últimos tiempos levantar una casa nueva y rehabilitar otra.