La celebración del Parral ha pasado factura al paseo de la Quinta, al menos hasta las 7:30 de la mañana, cuando los servicios de limpieza han comenzado a retirar todo el mar de basura generada por los burgaleses en el día de ayer. Botellas, bolsas y algún vidrio han sido retirados por 143 operarios y varios equipos que han tenido que emplearse a fondo para devolver al que este año ha sido el escenario de la fiesta a su versión habitual.

La estampa que se veía a primera hora era desoladora. Algunos viandantes que recuperaban sus costumbres de salir a correr, o pasear a sus mascotas así lo reflejaban: "Han dejado todo fino, bueno como siempre", se escuchaba decir. Y es que ciertamente daba pena verlo. Entre los restos, también había quien aprovechaba para tratar de encontrar algo de valor o algún objeto perdido en la batalla. Por suerte, a mediodía ya no había mucho donde buscar y el verde ha recuperado el protagonismo principal.