La Audiencia Provincial ha condenado al exalcalde pedáneo de San Martín de Losa Benedicto Vadillo a 4 años de prisión y 5 de inhabilitación absoluta para cargo público por el delito de malversación cometido entre los años 2009 y 2013. Aunque fue denunciado por hacerse con 61.887 euros como «gastos del presidente» y el fiscal reclamaba que devolviera 30.682 euros, los magistrados reducen la indemnización a la junta vecinal a 13.875. Tiene apenas 5 días para recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo y evitar su entrada en la cárcel.

Los magistrados concluyen que Vadillo «tomaba sus propias decisiones sin consultar» y presentaba los gastos para la aprobación de la junta vecinal (incluidas copas de whisky Cardhu y otros dispendios firmados en servilletas) cuando ya los había realizado y sin un acuerdo previo. «Entendemos que la contratación de un abogado en Pamplona para la defensa de una servidumbre o la decisión de buscar en Madrid abogados para denunciar a jueces debieron aprobarse antes por la junta vecinal», manifiestan. También destacan cómo incluía entre los mismos «gastos personales, como viajes a Burgos o Villarcayo para la asistencia a juicios propios o del vocal, Jesús Bueno, así como una comida de 145 euros para dos personas o gastos de traslados a distintas localidades para la remisión de cartas certificadas o burofax cuando a pocos kilómetros existe una oficina de Correos», en Quincoces de Yuso.

La sentencia argumenta que el exalcalde, quien ejerció el cargo durante más de dos décadas hasta su inhabilitación en 2018 por un delito contra los derechos cívicos, es autor de un delito continuado de malversación porque «ostentaba la condición de autoridad» y «aprovechando dicha circunstancia y contando en la junta vecinal con el voto siempre favorable de Jesús Bueno, a pesar del voto en contra de  Villamor, utilizaba fondos de la entidad local para contratar abogados, procuradores, asistir a juicios, viajes, comidas, gastos de Correos en un número excesivo, como se desprende del informe pericial, y que no se adecuan a los corrientes de una entidad local.

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