El Camino de Santiago quizás sea la experiencia viajera que más personas afrontan en solitario y, a la vez, en la que más difícil resulta encontrar espacios íntimos. Esa conexión que se genera entre los peregrinos y, por ende, entre quienes les atienden a pie de ruta hace girar una rueda de anécdotas, charlas, encuentros, confesiones, amistades, amores y desamores que no para hasta Santiago. Y a veces ni siquiera allí se detiene. Por esta senda, nadie que no quiera camina solo, come solo, descansa solo. Pero ¿y si quiere? ¿Puede?
A partir de ahora sí, en un lugar que encierra en su historia ese contrasentido del Camino. El bullicio y la paz. Un templo mítico de la noche reconvertido en reducto de relax. Antaño bar, hoy spa. El Pub Hollywood de Belorado, el Holly, cerró sus puertas en marzo de 2020. Cuatro años y muchas noches en vela después, se transforma en Peregrino Massage.
Encontrarse en mitad de la Ruta Jacobea este oasis privado de relajación impacta, pero las sorpresas no acaban aquí. En la coqueta recepción, con una atmósfera acogedora y olor a eucalipto, saluda un tipo con el pelo azul y un melódico habla argentino. No hay vecino de Belorado que no se haya cruzado ya con Marcelo Molina por la calle, aunque quizás no sepa que este joven fibroso y afable ha trabajado en el Ritz, donde aprendió un ritual de lavado de pies que él mismo define como «una pasada»; en Guatemala con miles de turistas como clientes, sobre todo norteamericanos, que aún le contactan por redes sociales para trabajar; y en un megaspa de la urbanización que Gil y Gil levantó en Los Ángeles de San Rafael (Segovia).
«Mucho ruido trae demasiadas migajas de nueces», apunta en referencia a este último grandilocuente destino de su currículum. No será el único refrán que customice, al igual que ha hecho con el negocio que acaba de abrir muy cerca de la Plaza Mayor de Belorado después de superar los más dispares obstáculos.
Marcelo y su pareja, Gema Díaz, escogieron el municipio burgalés entre los 80 que les dieron a elegir en el programa de repoblación Hola Pueblo, al que presentaron un proyecto de spa para retiros de fin de semana. Aunque lo plantearon a dúo, con ella como maestra de yoga, al final la joven madrileña ha acabado centrada en la ciberseguridad y con él redirigiendo el proyecto hacia un centro wellness. «Acá en España todavía son reacios al masaje de bienestar. No tanto como 10 años atrás, pero cuesta, porque piensan que va asociado a fisioterapia. Y la fisioterapia corrige posturas, ayuda y demás, pero esto es más que nada para relajar y estimular el cuidado de la salud», explica.
Antes de poder llegar con su mensaje al cliente han tenido que superar los grandes 'agujeros' de la repoblación en España. El primer «problemazo», ya conocido, el de la falta de vivienda en alquiler. «¡Y a la vez es contradictorio porque todos se vende!», exclama contrariado Marcelo. El segundo, la burocracia para conseguir ayudas, imposible con el Estado, al final sí a través de la Diputación. «Después de un año consigo un micropréstamo de Sodebur. Pero venía el otro gran dilema, que yo no sabía, porque nosotros no sabíamos que falta mano de obra para la construcción», se queja para detallar el suplicio que ha supuesto encontrar empresas y oficios que se encargaran de la reforma del local, mientras se le acumulaban los gastos del alquiler, las cuotas del préstamo, las de autónomos. Y además con el dinero por adelantado. «Una desesperación», reconoce para confesar que de haberlo sabido, no habría emprendido.«Si me dicen vas a tardar un año en abrirlo, no lo abro», sostiene.
Falleció su madre en Argentina, le pidieron «más plata» y al final abandonaron la obra, le jaquearon la cuenta de Facebook... pero por fin llegó el día en que abrió Peregrino Massage. El nombre busca enganchar a extranjeros -con los que está acostumbrado a tratar en trabajos anteriores- y a locales, que encuentran aquí una experiencia novedosa que compartir en pareja o en familia (hasta 4 personas) y regalar.
Marcelo buscaba un local pequeño, «no tan pequeño como este, pero era lo único que había, para que la persona cuando venga sienta de que es la dueña del lugar», detalla. Si le quieren emplear a él como terapeuta de masaje «bárbaro», y si no, disfrutan de la bañera de hidromasaje, de la sauna finlandesa con esencias y de una ducha, «con mejor presión que en mi departamento», bromea.
«Antes tenía un poquito de inconsciencia, pero ahora soy consciente de que va a funcionar», comenta esperanzado y convencido de que «si se replica en otros puntos del Camino hay trabajo para varios», porque ofrecen una experiencia de relajación personalizada difícil de encontrar fuera de las grandes ciudades y que no cuesta más que una sesión de peluquería.
Una parada perfecta para seguir por buenCamino.