Los burgaleses nacidos en 1958 cumplieron el año pasado los 65. Esta generación, la primera del grupo conocido como baby boomers, empieza ya a jubilarse. Este repunte de natalidad, que los expertos coinciden en señalar que se prolongó hasta 1975, empieza a llegar a su recta final en el mercado laboral.
Cuando el grueso de estas personas empiece a jubilarse, los efectos que se desatarán en la economía provincial serán notables: requerirán mayor atención sociosanitaria, habrá que abonarles su correspondiente pensión y reemplazar los puestos de trabajo que dejen vacantes.
Con este panorama, la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) y la Fundación Caja Rural han acordado este viernes realizar un estudio que ofrezca una foto fija del panorama que se le presenta a la provincia en este sentido. Este es el principal acuerdo al que llegaron ambas entidades en la renovación del convenio que las lleva uniendo desde hace 16 años.
El presidente de la patronal, Miguel Ángel Benavente, acompañado del director general de Cajaviva Caja Rural, Ramón Sobremonte, sellaron el pacto que también comprende la celebración de los premios FAE Pyme Cajaviva. Estos reconocen la labor de los autónomos y de las microempresas de Burgos, que representan el 99% del tejido y el 66% del empleo.
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