La pérdida de tiempo de asistencia en la sanidad pública, tanto si la responsabilidad es atribuible únicamente al paciente como al sistema, no solo conlleva un engorde innecesario de las listas de espera, sino que acarrea un importante gasto de fondos públicos. Hace años que Sanidad estimaba el importe de una consulta convencional en 100 euros, pero ahora se calcula que el coste ya ronda los 150 euros. Y si esta cantidad se multiplica por las 8.305 citas que se han perdido este año en el HUBU se obtiene como resultado un desembolso de 1,2 millones de euros; un dinero que no ha revertido en beneficio alguno para la sanidad pública, en la que toda inversión es poca.
Hay que tener en cuenta que este cálculo alude únicamente a los datos del HUBU de un período de cinco meses. Si el cálculo se hace de todo el año -así como de las consultas sucesivas y de otras pruebas diagnósticas no incluidas en la información oficial- el gasto improductivo se multiplica.
Y a estas cantidades habría que añadir las relativas a la AtenciónPrimaria, donde también consta que hay pérdida de tiempo de asistencia, aunque las fuentes oficiales de Sacyl en Burgos no han facilitado los datos de los centros de salud con tanta exhaustividad como los relativos al complejo asistencial. En todo caso, apuntan que en la Atención Primaria se registra incomparecencia de pacientes en, aproximadamente, un 3% de las consultas totales cada año.
Así, teniendo en cuenta que en Atención Primaria se pasan en la provincia unos 2 millones de consultas médicas (tanto de adultos como pediátricas) al año, que el 3% se desaprovechen porque el paciente no acude significa que cada año se desperdician unos 65.000 actos médicos.
Y en este caso la responsabilidad sí que es atribuible casi en exclusiva al enfermo, dado que los tiempos en la asistencia ambulatoria son de días y que la anulación o el cambio de la cita es sencillo y factible desde la aplicación Sacyl Conecta, por teléfono o acudiendo al centro de salud que corresponda.
En dinero, por tanto, el gasto es de unos 9 millones.