El Ayuntamiento de Aranda de Duero ya ha recaudado cerca de 2,1 millones de euros tras retomar la lectura de los contadores y reactivar el cobro de la tasa por el consumo de agua potable en domicilios y empresas, una labor que dejó de efectuarse en el último trimestre de 2021 por falta de personal y que había provocado un agujero considerable en las arcas municipales. Para desatascar este asunto, el equipo de gobierno optó por contratar a dos lectoras, un ingeniero y una administrativa a finales de diciembre. Unos meses después, en abril, finalizaron la lectura que se ha tomado como referencia y el 21 de junio se emitió el primer recibo. Desde entonces, los arandinos asumen facturas mes a mes y así seguirán hasta febrero de 2025, con el objetivo de que la situación se ponga definitivamente al día en abril del próximo año.
Pues bien, desde junio hasta octubre, el Consistorio de la capital ribereña ha ingresado algo más de dos millones de euros, según los datos que manejan los servicios económicos, y corresponden a los cinco cargos emitidos por el consumo de agua potable realizado durante el último trimestre de 2022 y durante todo el año 2023.
En agosto, por ejemplo, la recaudación rondó los 545.000 euros de un total previsto de 590.000 euros. La cantidad que falta se corresponde con recibos que aún no se han abonado, quizá porque sus titulares hayan detectado algún error y quieran reclamar, tal vez porque vayan a solicitar el fraccionamiento del pago o puede que aún se encuentren en periodo voluntario de desembolso, que es de 60 días desde que se emite el recibo.
Hasta ahora, los servicios municipales arandinos «no han detectado demasiadas incidencias», como indica el concejal de Hacienda, Guillermo López, mientras remarca que quienes tengan cualquier duda pueden acudir a la Oficina de Aguas, ubicada en la segunda planta de la Concejalía de Urbanismo, en la Plaza Mayor, para solventarlas. «Hay una elevada domiciliación de los recibos del agua y pocas devoluciones», apunta el edil.
En cualquier caso, López explica que en diciembre se volverá a hacer otra lectura real de los contadores y «puede que haya gente que durante estos meses no haya pagado nada de consumo, sólo la cuota fija, porque en su día no se leyó su contador». En ese caso, les llegaría todo el consumo pendiente de abonar de estos dos últimos años.
En lo inmediato, está previsto que el 21 de noviembre se cargue la siguiente factura, correspondiente al primer trimestre de 2024. Después, en diciembre, los arandinos abonarán el consumo que efectuaron en el segundo trimestre de este año, tal como se estableció en el calendario fiscal que el Ayuntamiento buzoneó en los domicilios. Ya en enero de 2025, los hogares tendrán que pagar la tasa del agua del tercer trimestre de 2024, mientras que en febrero de 2025 asumirán el recibo del último trimestre de este año. A partir de ese punto no debería haber más atrasos. Así, en abril de 2025 se procederá a cobrar el agua potable del primer trimestre de 2025 y, por tanto, se estaría por fin al día. Con todos estos recibos, se prevé que las arcas municipales ingresen otros 2,4 millones de euros.
En paralelo, el trabajo continúa en este ámbito. El concejal de Hacienda subraya que uno de los siguientes pasos será la digitalización de las lecturas, «incluyendo la eliminación del papel, porque hasta ahora han tomado nota a mano de los consumos y después se vuelcan los 18.000 registros manualmente». El objetivo, según López, «es que las lecturas se incluyan directamente en la plataforma de gestión», recalca.
Búsqueda de fondos. Asimismo, desde el Consistorio arandino siguen trabajando con varios pueblos de la comarca para elaborar un proyecto conjunto y optar a fondos europeos. Tras un primer intento fallido por parte del anterior equipo de gobierno, la intención del actual pasa por presentarse a la tercera convocatoria del Perte de digitalización del ciclo del agua. En caso de lograrlo, una parte se destinaría a la digitalización de los contadores y otra a la actualización del programa de gestión.