No del PP y Vox al regreso de las barracas al polígono docente

C.M. / Burgos
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El colectivo solicitó volver a la ubicación anterior por las incomodidades de la calle Laredo, donde cumplirán su tercer año. Reclaman dos paradas de autobús y más contenedores

Imagen del año pasado de las atracciones en la calle Laredo, en el polígono de Villalonquéjar. - Foto: Alberto Rodrigo

Viendo que la construcción de un recinto ferial permanente no será una realidad inmediata, la Asociación de Feriantes Autónomos de Burgos ha solicitado al actual equipo de Gobierno (PP y Vox) la posibilidad de regresar al polígono docente, incluso con el compromiso de realizar controles del volumen de sonido para reducir cualquier molestia o adelantar el horario de cierre de las atracciones. Sin embargo, la respuesta desde el área de Festejos ha sido negativa dado que esa etapa se considera superada tras más de veinte años. 

El colectivo asegura que los números «no mienten» y en la calle Laredo han constado una menor afluencia de personas en los dos años que se lleva celebrando. «La afluencia de público y cómo se trabajaba en el polígono docente y lo que suponía para la zona no tiene nada que ver. Somos comprensivos con las molestias que nuestra actividad pueda generar pero siempre hemos hecho todo lo posible para mitigarlas. Nunca teníamos que haber sido movidos de allí», indicó Jaime Jiménez, feriante interlocutor entre el colectivo y el Ayuntamiento para la organización de la feria. 

De este modo, los feriantes afrontarán el «reto» de atraer a los burgaleses hasta la calle Laredo, donde tendrán que colocar las barracas, unas 70 entre atracciones y puestos de comida, durante las fiestas de San Pedro. Para ello, han reclamado al Ayuntamiento algunas mejoras como la ubicación de dos paradas de autobús urbano, uno al principio del recinto y otra al final para evitar que las personas que vayan a determinadas atracciones tengan que atravesar todo el ferial. «El recinto es muy largo y así se facilitaría que el público fluya en ambos sentidos y no tenga que volver por sus propios pasos para coger el autobús». 

También han reclamado la instalación de más papeleras para evitar que los visitantes tiren los envoltorios al suelo y lograr un recinto más limpio. «Queremos un recinto ferial cuidado y sin restos de basura. Si hay papeleras la gente las utiliza», apuntó, al tiempo que añadió que pedirán que la empresa de jardines riegue cada día la zahorra para evitar que se levante polvo. 

Del 27 de junio al 3 de julio. Las barracas se abrirán al público del 27 de junio al 3 de julio aunque el 4 será el día popular con el coste por atracción a la mitad de precio. Los feriantes han plateado al Ayuntamiento la posibilidad de que puedan seguir instalados hasta el día 7. Ayuntamiento y feriantes trabajan ya en la firma del convenio para su instalación, cuyo coste será menor al reducirse los días como consecuencia de que las fiestas se han reducido a una semana. 

La lejanía con el casco urbano frente a la ubicación anterior y el aumento de gastos al tener que instalar generadores de luz tanto para las atracciones como para sus caravanas o el precio de los seguros hace que en algunos casos las cuentas no salgan. «Burgos siempre ha tenido una feria a la altura de su categoría pero con el cambio de ubicación es más complicado aunque redoblamos esfuerzos para dar un mejor servicio», señaló Jiménez, al tiempo que supo en valor la «predisposición» de la concejala de Festejos, Carolina Álvarez.