Aunque las obras de reforma del Centro de Biodiversidad del Castillo terminaron hace meses, este nuevo espacio, una de las grandes apuestas de la Concejalía de Medio Ambiente en el pasado y también para el presente mandato, no podrá abrir al público hasta bien entrado 2024.
La explicación obedece a que el Ayuntamiento, pese a que los trabajos de rehabilitación de las instalaciones se recepcionaron en octubre, no ha podido acompasar los plazos para tener preparado un concurso para que una empresa gestione el futuro centro. De hecho, ni siquiera están aprobados aún los pliegos.
Si bien es cierto que ha habido momentos en los que se ha dudado entre externalizar la gestión o asumirla con medio propios, la falta de medios humanos terminó descartando esta posibilidad. Eso sí, tiempo tampoco ha faltado para trabajar en la alternativa, ya que las obras se han ido retrasando ante la necesidad de modificar el proyecto, actualizar los precios...
En la Concejalía de Medio Ambiente prefieren no verse apurados con los plazos y de ahí que sitúen la apertura del centro en un horizonte tan amplio como el primer semestre del próximo año.
Cabe recordar que el Ayuntamiento ha realizado una inversión en este espacio que ronda el millón de euros, a lo que hay que sumar otros alrededor de 250.000 de la musealización, que se terminará de rematar en enero (deberían estar ya listos los audiovisuales y la zona de la biblioteca).
Lo cierto es que pese a que el equipo de Gobierno se encontró al inicio del mandato con los pliegos técnicos ya terminados, todavía no ha podido aprobarlos y no tiene tampoco listo el estudio económico financiero. Disponía también de partida presupuestaria (200.000 euros para cada uno de los próximos años) y es posible que la pierda, ya que parece improbable que pueda adjudicar el contrato de aquí a final de año. Es decir, existen muchas posibilidades de que se tenga que esperar para completar la licitación al Presupuesto de 2024.
Ante esta situación, el PSOE ha reclamado al Ejecutivo, al menos de manera temporal, el centro abra al público durante días puntuales con personal municipal.
En la reforma se ha conservado el edificio, aunque se ha cambiado la cubierta, la distribución de espacios expositivos y el aula didáctica, que incorporará una biblioteca. El estanque situado en el patio se mantiene aunque con una dimensión mayor. A los patos que hacían uso del mismo se añadirá un espacio para los anfibios y se plantará nueva vegetación alrededor para recrear ecosistemas naturales. Paralelamente, se dispondrá una turbera que albergará un hotel para insectos.
Superado el estanque se llega a los jaulones actuales en cuyo interior había aves rapaces, que seguirán siendo los grandes protagonistas de este espacio. A partir de la puerta que da acceso al exterior será donde comience la zona de ampliación que se resuelve a través de un 'muro perimetral' que los autores del proyecto quisieron que recuerde a las secciones edafológicas de un terreno.