El Ayuntamiento de Padrones de Bureba se ha visto obligado a contratar un servicio de seguridad como «consecuencia del acoso que sufre la secretaria por parte de un vecino y los insultos y amenazas que este vierte sobre ella», justifica el alcalde, Miguel Ángel García. Desde el 21 de agosto un vigilante acude todos los lunes al edificio consistorial y permanece fuera del despacho de la funcionaria desde las 9 horas hasta las 11.30 mientras esta realiza sus labores y atiende a la ciudadanía.
Este servicio, aprobado en el Pleno con dos votos a favor y uno en contra, supondrá un gasto de 163 euros más IVA por jornada, en torno a 10.000 euros anuales. «Es dinero pero el bienestar de la secretaria está por encima. Ella trabaja en otros ayuntamientos de la zona y me han avisado de que el nerviosismo y la tensión generada en las oficinas de Padrones repercute también en el resto. Esta situación no podía continuar y decidimos tomar esta decisión», añade García.
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