La colaboración de un vecino del barrio de Vadillos fue clave para dar caza a dos menores de edad que se dedicaron a vandalizar coches de madrugada en los alrededores de los Juzgados. Una docena de vehículos aparecieron destrozados, principalmente los retrovisores. La Policía Local dio con ellos y acabaron detenidos.
Los hechos tuvieron lugar hace unos días. Sobre las 4:30 horas, una llamada de un vecino al centro de emergencias 112 de Castilla y León alertó de que dos chavales estaban causando daños a varios coches estacionados en las calles aledañas al edificio judicial. El informante aportó una descripción de los presuntos infractores, así como de la vestimenta.
Pocos minutos después, una patrulla de la Policía Local se personó en la zona. De inmediato, localizó a dos individuos en la plaza de Francisco Sarmiento que coincidían plenamente con las características aportadas por el alertante. Al identificarles, se percataron de que ninguno de los dos cumplía la mayoría de edad. Uno tenía 15 años y el otro 16.
Tras tomarles los datos, los agentes personados al lugar de los hechos se dieron una vuelta por el entorno para comprobar el estado de los vehículos. Efectivamente, se percataron de que en las calles Padre Aramburu y Federico Martínez Varea había un total de doce vehículos dañados, principalmente los retrovisores reventados. Por este motivo, procedieron a la detención de ambos jóvenes como presuntos autores de un delito de daños.
En los últimos meses, la Policía Local ha logrado detener a varios individuos por actos vandálicos de este tipo. El mes pasado, una patrulla localizó a un hombre de 21 años que reventó con la rama de un árbol varias lunas de vehículos aparcados en el Paseo de los Cubos. Pese a que se dio a la fuga a la carrera, consiguieron localizarle a pocas calles de allí.
Por otro lado, los vecinos del entorno de Las Calzadas han denunciado numerosos actos vandálicos similares al acontecido hace unos días en el barrio de Vadillos. Destrozos que ligan estrechamente a la apertura de los dos bares de la calle Briviesca, pues se produjeron en fin de semana y a altas horas de la madrugada.
Durante varias semanas consecutivas, algunos residentes de las calles Belorado y Antonio de Cabezón se encontraron los retrovisores y las lunas de sus coches completamente destrozadas. Además, algunos comercios del entorno, concretamente una farmacia, una frutería y un restaurante, también amanecieron con los escaparates vandalizados.