El proyecto de creación de un hotel termal en el palacio de Avellaneda de Peñaranda de Duero se está topando con las dificultades que provoca la falta de personal en el ámbito de la construcción. Las dificultades para encontrar la mano de obra suficiente está retrasando el avance de unas obras que deberían ir mucho más avanzadas, según los primeros planes de Castilla Termal, cadena de alojamientos de lujo que se ha hecho con la cesión de este edificio patrimonial durante 50 años. «La idea es abrir el segundo semestre del año», remarcaban fuentes de la empresa, cuando a los pocos días de comenzar los trabajos barajaban el mes de julio para la inauguración. Medio año después, estas mismas fuentes reconocen de manera escueta que «todo va muy lento», sin especificar cómo se han dilatado los plazos para ejecutar el proyecto.
Sin embargo, quienes están a pie de obra valoran como muy optimista el lapso de tiempo de un año para completar la conversión de palacio en hotel y algunos contratos de servicio confirman esa valoración. «A mí me han dicho que ahí hay trabajo para 18 meses, vamos, que estarán con la obra año y medio, por lo menos», apunta el responsable de una subcontrata de los trabajos de remodelación del inmueble. Incluso los propios obreros, que están todo el día en el tajo y comprueban los avances que se hacen, tienen claro que les quedan muchos meses para concluir el proyecto. «Llevamos ya tiempo en lo que era la piscina, dentro se ha hecho poco más que vaciarlo de cosas y tirar algún tabique, eso se ve desde las ventanas de la zona que no es monumento», apunta un albañil.
Los vecinos de Peñaranda de Duero comprueban desde fuera los avances de la obra que, junto con las charlas con los trabajadores, les lleva a pensar que este año no verán inaugurarse el hotel. «¿Este año? Ni de cerca, mira, pusieron los andamios en la fachada de la carretera y ahí están, muertos de risa; y lo demás tiene pinta que igual», comenta un residente en la localidad, «pero, claro, para una cosa así hace falta mucha gente y es que no hay para contratar», remata su análisis profano de la situación de estas obras.
La búsqueda de personal abarca desde peones de construcción hasta gruistas
La necesidad de mano de obra para hacer realidad este proyecto queda patente en la publicación de ofertas de trabajo relacionadas con estos trabajos. En el último mes, desde Castilla Termal se han abierto al menos ocho ofertas de trabajo para su futuro hotel en Peñaranda de Duero, el primero de cinco estrellas que se abriría en la parte burgalesa de la Ribera del Duero. Además de un puesto para responsable de mantenimiento del establecimiento, las ofertas de contratos a tiempo completo para oficiales y peones de construcción se mantienen abiertas en portales web como Linkedin. En las últimas jornadas se han actualizado estas ofertas laborales, a las que se han añadido también la de un operario de grúa hace una semana y un contable o encargado del control de costes para la fase de construcción del hotel, hace tan sólo tres días.
Este proyecto va a generar una inversión de 18 millones de euros y se completará con la creación de 78 habitaciones, además de una zona termal amplia, jardines, una piscina readaptada para aprovechar sus vistas al castillo peñarandino, y espacios de restauración. En el plano laboral, una vez que el hotel esté a pleno rendimiento, desde Castilla Termal estiman que la plantilla final puede rondar los 80 puestos de trabajo.