La Casa de la Mandadera, conocida como la casita del convento de Santa Ana, reconstruida después de la Guerra Civil, se convertirá en el nuevo albergue municipal de peregrinos de Villasana de Mena y uno de los pocos que se van a encontrar quienes se adentren en el Camino Olvidado. Esta nueva dotación evidenciará el compromiso del grupo de gobierno, formado por el PP y Por Mena, con este recurso turístico, ya que entre sus primeras gestiones estuvieron la de solicitar la entrada del Ayuntamiento menés en la Asociación del Camino Olvidado de Merindades y el reconocimiento formal del paso de este itinerario jacobeo por el municipio, una tesis hasta ahora rechazada por el antiguo gobierno socialista. Esta postura le llevó a ser el único municipio de todo el Camino Olvidado (Bilbao-Villafranca del Bierzo) que se negó a señalizarlo, algo que ya ha comenzado a hacerse este mes.
Pero además, el alcalde, José Ranero, destaca como la solicitud cursada en julio de una ayuda al Servicio Público de Empleo de Castilla y León para formar a ocho personas desempleadas en construcción ha tenido respuesta positiva. Por ello, serán los alumnos de un taller de empleo que arrancará el 1 de marzo quienes lleven a cabo gran parte de la restauración de la casa. «Por fin se desarrollará un programa mixto de formación y empleo en Mena después 8 años en los que no se había llevado a cabo ninguno aquí, mientras si se desarrollaban en los principales municipios de la comarca», remarcó Ranero.
La ayuda concedida asciende a 161.554 euros, con los que se costearán, sobre todo, las nóminas de los ocho alumnos, quienes cobrarán mientras se forman y trabajan, así como de los dos docentes. Por su parte, el Ayuntamiento aportará 50.130 euros para la compra de los materiales. Esta cantidad se reservará en los presupuestos municipales de 2024 que se están confeccionando. El taller de empleo tendrá una duración de nueve meses, por lo que el nuevo albergue de peregrinos estará listo previsiblemente para comienzos de 2025, puesto que será preciso su equipamiento, una vez concluyan las obras.
El grupo de gobierno tiene claro «el auge y elevado interés religioso, deportivo, social y turístico de las diferentes variantes del Camino de Santiago», por lo que ha decidido ofrecer un espacio para que los peregrinos pernocten en el centro de Villasana de Mena una o dos noches, lo que les permitirá visitar el municipio antes de continuar su camino hacia la Merindad de Montija y Espinosa de los Monteros. En esta última localidad se encuentra el primero y único albergue municipal de peregrinos de la comarca, abierto este año.
Dieciséis plazas. El de Villasana, con 166 metros cuadrados repartidos en dos plantas, contará con espacios comunes en la baja, donde también se distribuirán un pequeño almacén, un espacio de cocina y lavadero y aseos, variando por completo la distribución actual de la vivienda. En la primera están previstos baños con duchas diferenciados por sexos, un dormitorio con aseo propio y un amplio dormitorio con capacidad para 16 personas en literas.
Las obras previstas restaurarán por completo la cubierta y, si es posible, se reutilizará su teja de cerámica. Se vaciará todo el interior para su posterior acondicionamiento. Los alumnos tendrán como objetivo la rehabilitación de la cubierta; revestir las paredes interiores y corregir sus defectos, además de su pintado; acondicionar el suelo de la planta baja; acuchillar y barnizar el suelo de madera de la primera planta; definir y construir la zona de cocina y lavadero; y construir los baños, duchas y lavabos.