Endesa ha asegurado que adoptará todas las medidas necesarias para respetar la totalidad de los puestos de trabajo de los 160 empleados de la central térmica de Compostilla, ubicada en la localidad leonesa de Cubillos del Sil, una vez que se haga efectivo el cierre de la central, según ha podido saber Europa Press en fuentes de la compañía. Así, la empresa se compromete a ofrecer a los empleados recolocaciones "de manera personalizada", en distintos puestos de trabajo de la compañía según las funciones que desempeñen "y siempre teniendo en cuenta la proximidad geográfica a su actual entorno laboral".
Además, el compromiso de Endesa es tener en cuenta las posibilidades derivadas de los trabajos de cierre y desmantelamiento de las instalaciones, en los que tanto los empleados de la compañía como los de las empresas colaboradoras tendrán prioridad. Estas actividades de cierre y desmantelamiento, que comenzarán en julio de 2020, se prolongarán durante un periodo aproximado de entre cuatro y seis años, y generarán alrededor de 130 empleos, con puntas de hasta 200 puestos de trabajo.
La compañía ha explicado a Europa Press que estas medidas son parte del Plan "de transición justa" en el que Endesa lleva trabajando desde hace meses para "contribuir a la revitalización de la zona cuando se produzca el cierre de la central en junio de 2020".