Escuchando la música de Mario Andreu nadie diría que tiene 23 años. Sus composiciones, la voz y el estilo country que ha escogido dan a su trabajo una calidad y madurez que no coincide con lo que dicta su carné de identidad. Pero suena delicioso. Compruébenlo si no en Long way home, el tema que publicó hace una semana y que es el adelanto del EP que publicará en enero, Five windows.
El trabajo discográfico lo produce Nacho Mur (La M.O.D.A.), está mezclado por Toni Brunet (Quique González) y le acompaña en los teclados Sergio Valdehita (Sidecars), un cartel nada desdeñable. «En cada canción te asomas a una parte tanto personal como musical de lo que me considero como artista y como compositor. Es decir, me muevo en una horquilla entre el rock, el blues, el soul y el country acústico más melosos, y cada canción te lleva a uno de esos puntos», resume el músico al explicar lo de las 'cinco ventanas' del título. Quiere además recorrer ese camino paso a paso y por eso ha escogido un EP en lugar de un disco largo, una filosofía que coincide con su primer single.
Long way home «es una reflexión sobre las decisiones que tomamos y el precio que pagamos por elegir caminos poco convencionales», asegura sobre un tema que suena nostálgico y melancólico, y arrebatador a la vez. «La canción es un viaje emocional en el que se mezclan recuerdos, sueños truncados y una aceptación casi resignada de las incertidumbres que nos acompañan en el camino», afirma para revelar a continuación que no cede a escoger el sendero disponible solo por que lo esté, sino que prefiere aquellos más sinuosos que conllevan otro tipo de recompensa. «Es un himno a la perseverancia y a la lucha contra la conformidad. Es para quienes prefieren perderse por caminos desconocidos antes que resignarse a lo seguro y predecible».
Mario Andreu ha escogido, como su canción, caminos poco convencionales para perseguir su sueño. Empezando por hacer soul, country, rock y blues. - Foto: Luis López Araico«La letra revela la dualidad entre crecer y dejar atrás la inocencia, entre los sueños que alimentan el espíritu y la realidad que, a veces, los aplasta. Hay algo profundamente evocador en la imagen del niño que debe desaparecer para que surja el adulto, y en la sensación surrealista de nieve cayendo en junio, un símbolo de cómo la vida puede sorprendernos, para bien o para mal, cuando menos lo esperamos», resume. El guitarrista deja entrever en esas letras y música que sabe lo que quiere, aunque eso suponga madurar más rápido: «Soy joven, por supuesto, pero también una persona que piensa mucho las cosas, que valora lo que le ocurre en la vida y vive de las experiencias del pasado. Estoy muy centrado en el presente, y el futuro ocupa tiempo en mi cabeza para escribir canciones. Tengo las cosas muy claras y sé cuáles quiero intentar en mi vida. Y mucha ambición por conseguirlas».
Long way home y el resto del EP sonará en directo en enero, en el concierto de presentación que tendrá lugar en el auditorio del Círculo. Mientas síganle en las redes, pero tengan cuidado estos días porque lamentablemente, en medio de la promoción, le han robado sus cuentas.