El expresidente catalán Carles Puigdemont, huido de la Justicia española tras el referéndum ilegal de 2017, ha anunciado este miércoles por la mañana en sus redes sociales que ha iniciado su regreso a Cataluña con intención de asistir al debate de investidura del socialusta Salvador Illa.
El líder de Junts, que estos años ha estado afincado en Waterloo (Bélgica), ya reiteró el sábado en una carta abierta publicada en redes sociales su intención de volver a Cataluña y asumió que su "detención" iba a ser "una posibilidad real en muy pocos días".
"El Parlament de Catalunya ha convocado a todos los diputados al debate de investidura del próximo presidente de la Generalitat. Yo tengo que estar allí y quiero estar allí. Por eso he empezado el viaje de vuelta desde el exilio", ha subrayado en un vídeo colgado en su cuenta de Twitter recogido por Europa Press.
Puigdemont emprende su "viaje de retorno del exilio" - Foto: Glòria Sánchez Europa PressLa Diputación Permanente del Parlament ha aprobado convocar el pleno de investidura de Illa para este jueves a las 10.00 horas con el apoyo de todos los grupos salvo la abstención de PP y Vox.
"Que yo pueda asistir al Parlament debería ser normal, que por hacerlo arriesgue una detención, que sería arbitraria e ilegal, es la evidencia de la anomalía democrática que tenemos el deber de denunciar y combatir, no porque seamos independentistas, sino porque somos demócratas", ha recalcado.
Para Puigdemont, en "condiciones de normalidad democrática" debería ser innecesario que anunciara su intención de asistir al pleno, pero lamenta que él y el exconseller Lluís Puig, como diputados de Junts, no puedan hacerlo libremente.
"Primero porque llevamos encima una larga persecución por permitir que los catalanes votáramos en referéndum. Y segundo, porque el Tribunal Supremo se niega a obedecer una Ley de Amnistía aprobada y en vigor, y que es de obligada aplicación", ha añadido.
Esto, según Puigdemont, es un "desafío" que debe tener respuesta y afrontar, y es uno de los motivos por el que ha iniciado el camino de regreso a Cataluña, ha dicho. Es más, se ha mostrado convencido de que "no hay otro camino para la normalidad democrática que el fin de la represión política, un final que está contemplado en la letra y espíritu de la Ley de Amnistía".
"No podemos callar"
"Si nos la creemos, y queremos que sea una ley que abarque a todo el mundo, no podemos callar ante la actitud de rebeldía, de rebelión, en que se han bunkerizado algunos jueces del Tribunal Supremo", ha sostenido.
También ha lamentado que esto "no parece que al Gobierno le preocupe mucho" y teme que al futuro Ejecutivo catalán, que previsiblemente encabezará el primer secretario del PSC, Salvador Illa, le resultará igual de indiferente, ha dicho textualmente.
"Pero hay muchos catalanes que queremos vivir en un sistema democrático pleno, que queremos gozar de lo mismo que tienen los países más democráticos del mundo, con una justicia imparcial, que no tenga agenda política, que no interfiera para impedir la voluntad popular que se expresa siempre a través de los parlamentos", ha zanjado.