La Ribera nutre de jóvenes talentos a bodegas de toda España

L.N. / Aranda
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Los grados de FP sobre vitivinicultura cuentan con una inserción laboral de casi el 100%, igual que los de soldadura o robótica. Todo ello en una comarca que finaliza el año con 213 parados menos que en enero

Sumilleres y enólogos de varias bodegas adscritas a la DO Ribera del Duero participan en una cata de vinos. - Foto: Alberto Rodrigo

Las demandas del tejido empresarial en Aranda y la Ribera del Duero están muy ligadas en este momento a la industria agroalimentaria, la viticultura, la soldadura o la robótica, sin olvidar el ámbito de las ciencias de la salud, donde las necesidades de personal resultan una constante desde hace tiempo. Así lo constata el director de la plataforma Talento Ribera, Enrique García, donde ya cuentan con alrededor de 225 empresas activas, en torno a 500 candidatos y unas 50 ofertas de trabajo. Cifras que suponen un salto considerable en los dos años que lleva funcionando este portal, que nació con el objetivo de atraer talento hasta la capital ribereña y comenzó con 27 compañías, cerca de 160 aspirantes y 23 ofertas. Entre los sectores más activos, según el director de San Gabriel, destaca la viticultura.

Hasta el punto de que «ahora hay bodegas de toda España que nos piden perfiles cualificados». Al final, como subraya García, «las empresas buscan talento donde hay» y aquí se conjugan dos factores de peso: por un lado, los diversos grados de Formación Profesional ligados al mundo del vino que se imparten en Aranda y, por otro, el creciente prestigio a nivel internacional del que goza la Denominación de Origen Ribera del Duero.  

El grado superior de vitivinicultura, así como el grado medio en aceites de oliva y vino o el curso de sumillería y enoturismo cuentan con alumnos llegados de todas las partes de España, especialmente de Madrid, Valladolid, Burgos o Canarias. El 60% de los estudiantes proceden de la comarca y el 40% del resto del país. A su favor juega que la inserción laboral es prácticamente del 100%. Al final, como indica García, «el mundo del vino tiene tirón y al ser un producto que se vende, en gran medida, en el mercado exterior hace que el sector funcione muy bien». Por tanto, «las necesidades de personal cualificado se dan a nivel nacional». 

Eso sí, la demanda de talento tanto por parte de las bodegas de Ribera como del resto de España llega en unas circunstancias donde la mano de obra tampoco abunda «aunque haya mucha formación», como remarca García. En este sentido, añade que «el mercado del vino absorbe todo el talento, por lo que si hubiese más jóvenes que se decidiesen por este sector, se podrían cubrir aún más puestos».  

El tejido industrial también demanda perfiles de mantenimiento e informáticos. Todo ello en un año que empezó con 2.387 parados y que afronta la recta final con 2.174.