En medio de la tormenta desatada por la dimisión de la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y de la presunta implicación de miembros del cuerpo en los denominados casos Cuarteles y Mediador, el titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha visto obligado a comparecer el próximo lunes 27 en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones.
Así lo adelantó ayer el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños en una entrevista, al asegurar que Marlaska aportará toda la información que conoce el Gobierno sobre estos temas, al tiempo que manifestó que van a facilitar cualquier tipo de investigación sobre estos hechos que «pueden afectar a algunas personas» dentro de la Guardia Civil.
Bolaños sostuvo, además, que la dimisión de Gámez fue una «decisión personal» de la ya exdirectora de la Guardia Civil, que a la vista de las circunstancias que estaban sucediendo con su marido, decidió tratar de no afectar a su familia y a la institución. «Por eso decide dar un paso a un lado», afirmó.
En la comparecencia en la que comunicó su renuncia, Gámez explicó que tomó la decisión por la investigación del juzgado número 6 de Sevilla en una derivada del caso ERE que afecta a su esposo. Posteriormente, Marlaska aseguró que su renuncia no guarda relación con otros casos de presunta corrupción que conciernen en la actualidad a la Guardia Civil, como el de las presuntas obras irregulares que se han conocido en 13 comandancias.
Varios imputados
La dimisión de Gámez coincide tanto con el conocido como caso cuarteles como con Mediador, que afecta a dos generales retirados de la Benemérita, Pedro Vázquez Jarava y Francisco Espinosa Navas, este último en prisión por las mordidas en las que también está imputado el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni.
A pesar de su renuncia tras la imputación de su pareja, Grande-Marlaska, defendió que Gámez había sido «sin duda alguna la mejor dirigente de la Guardia Civil en sus 178 años de historia», y lamentó su dimisión, que, no obstante, calificó como un ejemplo de «profilaxis democrática».
En la misma línea, se expresó el Ministro de la Presidencia horas después al afirmar: «Fíjese dónde queda el estándar ético», que ha querido contraponer el modo en que actúa el Gobierno y el PSOE cuando aparece un posible caso de corrupción, al del PP.
Así, subrayó que Gámez se apartó del puesto cuando apareció un caso que afecta a su marido, al tiempo que recriminó al PP que el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz siga siendo militante, pese a que la Fiscalía pide 15 años de prisión para él por el caso Kitchen.