Vértigo, angustia, inseguridad... Son algunas de las sensaciones que han tenido quienes se han sentado, por unos minutos, en la silla de ruedas de José María Yudego: «Algunos han confesado estar intimidados y enseguida querían suavizarlo diciendo que era muy cómoda. Sí, claro, debe serlo porque son mis zapatos. Pero tu cerebro se ha sentado ahí sabiendo que se va a levantar. No te olvides de eso, les decía». El que fuera trabajador del Ayuntamiento en los ámbitos de Cultura y Protocolo se ha propuesto ceder su asiento para llamar la atención sobre lo que supone tener problemas de movilidad en una sociedad que va a toda prisa.
No se trata solo de ver el mundo desde esa perspectiva. Yudego busca que de verdad nos pongamos en el lugar del otro, no solo de palabra (la mayoría tampoco nos consideramos machistas o racistas aunque nos delate una mirada o una reacción impulsiva): «Lo que he buscado es trasladarles mi mochila. Pasar de estar en un buen momento profesional a sufrir 16 intervenciones, vivir dos años con morfina y tener daños neurológicos irreversibles. Practicar la empatía desde ahí y reprochar a la sociedad que nos lo ponga a veces tan difícil, aunque sea sin pretenderlo», añade.
Para eso ha sentado en su silla a 157 personas que representan a una sociedad plural. Desde gente conocida de ámbitos e ideologías diversas como el arzobispo Mario Iceta o el exalcalde Ángel Olivares; artistas como Castaño, Bañuelos o Abad; empresarios como Méndez Pozo o Benavente, y personas no tan populares como un empleado de la limpieza (Manolo) o Yama, una burgalesa venida de África.
A todos les ha fotografiado en la silla que para Yudego es sinónimo de libertad (aunque recuerda que hubo momentos muy duros) y les ha invitado a reflexionar sobre la empatía, las discapacidades, la voluntad de superación y el talante: «De todas las entrevistas he aprendido algo. Algunos, además, se han abierto como un libro, otros han llorado o me han pedido un abrazo». Aunque la intención no es que valoren su perseverancia, sino que se den cuenta de lo que significa desde esa posición.
El resultado lo recoge en el libro Empatía, en el que además de las fotografías hay 35 reflexiones de los protagonistas: «No era necesario incluir más porque he querido hacer un libro cómodo y visual, que simplemente viendo las imágenes te haga pensar».
La publicación se ha realizado con el apoyo de ProBurgos dentro de los actos de la candidatura Burgos 2031 a la capitalidad cultural europea y está prologado por Óscar Esquivias. El libro se presenta el martes 10 de diciembre, en el Teatro Principal, a las 20:15 horas. Y los beneficios obtenidos con su venta irán destinados a Cáritas.