Ceden el Principal a Hojarasca Danza por sus 30 años

I.L.H. / Burgos
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La compañía de Alicia Soto desarrolla todo este mes en el teatro los ensayos del espectáculo 'Paisajes humanos', con el que conmemora 3 décadas en escena. Su estreno será en septiembre

La burgalesa Alicia Soto (i) cuenta con un elenco de siete bailarines de distintas generaciones. El Ayuntamiento colabora en la producción con la residencia artística. - Foto: M.Á.P.

Es la primera vez en treinta años de trayectoria que Alicia Soto realiza una residencia artística en Burgos. El apoyo que ha encontrado esta vez en el Ayuntamiento, que le ha cedido el uso del Teatro Principal durante todo el mes de agosto, no lo ha tenido siempre. Aunque la bailarina, directora, coreógrafa y fundadora de Hojarasca Danza prefiere mirar al frente y seguir con su camino, marcado cada vez más por el mercado internacional. «Entiendo que es un apoyo a la trayectoria de la compañía. Y por eso no ha sido ni peleado ni discutido, sino todo lo contrario. Ha habido predisposición y ganas de que la nueva producción de la compañía se haga desde aquí», afirma.

Para cualquier empresa de artes escénicas disponer de este tipo de residencia artística es importante porque «puedes trabajar en un escenario grande y con condiciones dignas que te permiten experimentar con lo que de verdad puede funcionar en un teatro», añade. Además de la cesión del inmueble, la Gerencia Municipal de Cultura apoya la nueva producción de Hojarasca Danza con una función que tendrá lugar el 27 de octubre, un mes después del estreno en el Teatro Calderón de Valladolid.

Un elenco de 7 bailarines. Lo que Alicia Soto ensaya durante todo este mes en el Principal es una producción con la que conmemora sus treinta años en escena. Se titula Paisajes humanos y es la primera creación en la que la dramaturgia no persigue contar una historia, sino que exige al espectador dejarse llevar, observar detenidamente las escenas (los cuadros) sin tratar de encontrar un significado más allá de lo que sus emociones digan. «Se basa en la contemplación y en el hecho de estar aquí y ahora», resume.

Para representar los siete cuadros, tantos como días tuvo la creación, la burgalesa cuenta con un elenco de siete bailarines (el número se habrán dado cuenta que es importante), el formato más grande hasta la fecha. Son Lorenza Di Calogero, Selam Zapater, Sara Canet, Encarni Sánchez, Deivid Barrera, Oriol Roca y Adrián Ros, intérpretes que pertenecen a distintas generaciones, un perfil que necesitaba para recrear la tribu humana a la que hacen referencias los cuadros. «Es un regalo que me he dado. Quería hacer una producción grande para conmemorar las tres décadas y me he juntado con siete bailarines. Lo que nunca. Es un reto como creadora porque también es la primera vez que yo no bailo», asegura, mientras insiste en que no va a ser la última producción, pero sí de estas dimensiones.